El pasado jueves, Tesla (TSLA.O) presentó su tan anticipado robotaxi, un vehículo futurista de dos puertas tipo ala de gaviota, sin volante ni pedales. Sin embargo, el evento, aunque vistoso, dejó a muchos inversores decepcionados por la falta de detalles sobre los planes concretos de producción y viabilidad. Elon Musk, CEO de Tesla, reconoció su habitual optimismo en cuanto a plazos, pero no ofreció información clara sobre cuándo se podría iniciar la producción en masa, ni cómo la empresa planea superar las barreras regulatorias o implementar un modelo de negocio que lo posicione por delante de sus competidores en el sector.
Reacciones de expertos e inversores
Matthew Wansley, profesor de la Escuela de Derecho Cardozo en Nueva York: Wansley señaló que lo mostrado por Tesla parecía más «humo y espejos» de ciencia ficción, afirmando que la compañía no ha demostrado aún que su enfoque basado únicamente en visión para la conducción automatizada sea viable. «Musk no abordó este problema esta noche», comentó, y agregó que el software de Tesla está muy por detrás de lo que la industria ofrece actualmente.
Bryant Walker Smith, profesor de Derecho en la Universidad de Carolina del Sur: Smith fue aún más crítico, señalando que Tesla lleva años afirmando que está a «uno o dos años» de lograr la conducción automatizada completa, algo que la compañía ha prometido durante más de una década. «El evento de esta noche no cambió esa realidad, solo hizo que la ironía fuera más evidente», afirmó, refiriéndose al hecho de que actualmente hay vehículos autónomos en funcionamiento, pero ninguno es de Tesla.
Brian Mulberry, gestor de carteras en Zacks Investment Management: Mulberry expresó que la falta de detalles del evento dificulta prever el impacto en las ganancias de Tesla a corto plazo. «El hecho de que no tengamos más claridad hace que sigamos viendo los ingresos del robotaxi como algo que ocurrirá dentro de seis, siete u ocho años», explicó.
Hannah Yee-Fen Lim, profesora de la Universidad Tecnológica de Nanyang: Lim criticó el diseño de dos asientos del robotaxi, considerándolo poco práctico para usuarios que necesitan un servicio puerta a puerta, como personas mayores o con movilidad reducida. No obstante, su mayor preocupación fue la falta de tecnología de sensores como radar o lidar, que Musk confirmó que el robotaxi no tiene. «Si no puedes detectar correctamente el entorno, ningún algoritmo de IA va a ayudarte a conducir ese coche de manera segura», advirtió.
Colin Langan, analista de Wells Fargo: Langan comparó la demostración del «Cybercab» de Tesla con un «paseo corto y lento de parque de atracciones» realizado en un entorno controlado. Señaló que empresas como Waymo ya ofrecen 100.000 viajes semanales en grandes ciudades y expresó que esperaban más de Tesla en este evento.
Crijn Bouman, CEO de Rocsys (empresa de soluciones de carga para vehículos eléctricos): Bouman destacó que, además del diseño del vehículo, la operación del robotaxi es clave para que sea un negocio rentable. Señaló la importancia de la carga rápida para maximizar el tiempo de uso del vehículo. «Cada minuto que el coche pasa cargando, no genera ingresos», explicó, y añadió que la opción de carga inductiva mencionada por Tesla podría no ser suficiente para garantizar la eficiencia necesaria.
Aunque el robotaxi de Tesla ha generado expectación por su diseño futurista, las dudas sobre su viabilidad tecnológica y comercial persisten. Inversores y expertos esperan más detalles concretos sobre cómo Tesla planea superar los desafíos que enfrenta en un mercado cada vez más competitivo.