El desarrollo de una vacuna efectiva contra el VIH ha sido un desafío durante décadas debido a la rápida mutación del virus, lo que le permite evadir la respuesta de los anticuerpos generados por las vacunas. Sin embargo, investigadores del MIT han logrado avances significativos que podrían cambiar el enfoque hacia una vacuna más viable.
Hace algunos años, un equipo del MIT demostró que administrar una serie de dosis crecientes de una vacuna contra el VIH en un periodo de dos semanas ayudaba a generar una mayor cantidad de anticuerpos neutralizantes. No obstante, un régimen de múltiples dosis en un corto periodo de tiempo no es práctico para campañas de vacunación masiva.
En un nuevo estudio, los investigadores han descubierto que pueden lograr una respuesta inmunológica similar con solo dos dosis, administradas con una semana de diferencia. La primera dosis, mucho más pequeña, prepara al sistema inmunológico para responder de manera más potente a la segunda dosis, que es más grande. Este enfoque se ha validado mediante una combinación de modelos computacionales y experimentos en ratones, utilizando una proteína de la envoltura del VIH como base de la vacuna.
Actualmente, una versión de dosis única de esta vacuna se encuentra en ensayos clínicos, y los investigadores esperan iniciar un nuevo grupo de estudio que reciba la vacuna en un régimen de dos dosis. El profesor Arup Chakraborty, del Instituto Ragon de MIT, MGH y Harvard, señaló que esta estrategia no solo es relevante para el VIH, sino que podría generalizarse a otras enfermedades.
El VIH sigue infectando a más de un millón de personas anualmente en todo el mundo, y muchas de ellas no tienen acceso a medicamentos antivirales. Una vacuna eficaz podría prevenir muchas de estas infecciones. Un prometedor candidato a vacuna, actualmente en ensayos clínicos, utiliza una proteína del VIH conocida como trímero de la envoltura y una nanopartícula llamada SMNP, desarrollada en el laboratorio de Irvine para reforzar la respuesta de las células B al antígeno.
Aunque los ensayos clínicos han probado esta vacuna experimental en una dosis única, los investigadores han encontrado que una serie de dosis es más efectiva para generar anticuerpos ampliamente neutralizantes. El equipo del MIT ha estudiado cómo se desarrolla esta respuesta y si podrían lograr el mismo efecto con menos dosis.
En su investigación, compararon los efectos de administrar entre una y siete dosis en un periodo de 12 días. Mientras que tres o más dosis generaron una respuesta fuerte, inicialmente dos no parecían ser suficientes. No obstante, ajustando los intervalos y proporciones, encontraron que administrar el 20% de la vacuna en la primera dosis y el 80% en la segunda, una semana después, generaba una respuesta tan eficaz como el régimen de siete dosis.
Ahora, los investigadores están probando esta estrategia en un modelo de primates no humanos y trabajando en materiales especializados que podrían liberar la segunda dosis de forma prolongada para mejorar aún más la respuesta inmunitaria.