Australia amenaza con multas a gigantes de redes sociales que permitan la desinformación

El gobierno de Australia ha anunciado que sancionará a las plataformas digitales con multas de hasta el 5% de sus ingresos globales si no logran detener la propagación de desinformación en sus sitios. Esta medida forma parte de un esfuerzo internacional para controlar a las grandes tecnológicas que operan sin fronteras, aunque ha generado controversia entre los defensores de la libertad de expresión.

La legislación exigirá que las plataformas creen códigos de conducta para limitar la difusión de información falsa, los cuales deberán ser aprobados por un regulador. Si las plataformas no cumplen con este requisito, el regulador establecerá su propio estándar y aplicará multas a las empresas que no se ajusten a las normas.

Una imagen que representa a un funcionario del gobierno en un entorno formal, anunciando una ley sobre la regulación de las redes sociales. En el fondo, los símbolos de plataformas como Facebook y Twitter (X) aparecen con señales de advertencia, reflejando las acciones del gobierno contra la desinformación. Los colores son sobrios y profesionales para transmitir el tono serio del tema.

El proyecto de ley, que será presentado en el parlamento, tiene como objetivo combatir la difusión de contenido falso que pueda afectar la integridad de las elecciones, la salud pública, incitar al odio o violencia, o poner en peligro infraestructuras críticas o servicios de emergencia. Esta legislación es parte de una estrategia más amplia de Australia para regular las plataformas tecnológicas extranjeras, que según los líderes del país, están amenazando su soberanía.

Este movimiento ocurre en un contexto de tensiones con empresas como Meta (dueña de Facebook), que ya ha amenazado con bloquear contenido periodístico si se le obliga a pagar derechos de autor, y X (anteriormente Twitter), que ha reducido su moderación de contenidos tras la compra por parte de Elon Musk.

Michelle Rowland, ministra de Comunicaciones de Australia, destacó que la desinformación «representa una amenaza seria para la seguridad, la democracia y la economía de Australia», y subrayó que «no hacer nada no es una opción».

La primera versión de esta ley, presentada en 2023, fue criticada por otorgar demasiado poder a la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios para determinar qué constituye desinformación. Sin embargo, la nueva propuesta establece que el regulador no tendrá la capacidad de eliminar directamente contenidos o cuentas, y protege el contenido de medios profesionales, así como expresiones artísticas y religiosas, aunque no extiende esa protección al contenido gubernamental.

Cerca del 80% de los australianos apoya medidas contra la desinformación, según un estudio de la Australian Media Literary Alliance, lo que refuerza el respaldo social a esta legislación. Meta, que tiene a casi el 90% de los australianos como usuarios de Facebook, no ha emitido comentarios al respecto, mientras que X no ha respondido a la noticia.

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