La batalla por el agua en Chile se intensifica con la llegada de más centros de datos

A principios de este mes, el presidente chileno Gabriel Boric anunció la llegada de 28 nuevos centros de datos al país, lo que generó escepticismo en algunos sectores, especialmente entre los activistas medioambientales. Rodrigo Vallejos, quien ha estado monitoreando el impacto de estos centros durante los últimos dos años, expresó sus dudas sobre la responsabilidad ambiental de estas instalaciones.

Vallejos ha sido uno de los principales activistas presentando observaciones ciudadanas sobre el nuevo centro de datos de Microsoft en Santiago. Junto a otros activistas, solicita compensación ambiental y mayor transparencia sobre el consumo de agua y energía de cada centro de datos.

Chile ha convertido la ciudad de Santiago en un gran centro de datos en América Latina, atrayendo inversiones a través de acuerdos de libre comercio. Según Boric, hay 22 centros de datos en el país, 16 de ellos aprobados para construcción en el área metropolitana de Santiago desde 2012. Sin embargo, la expansión de estos edificios, que consumen grandes cantidades de agua en medio de una sequía prolongada, ha generado preocupación entre los residentes locales y grupos ambientalistas.

La resistencia más reciente se centra en el propuesto centro de datos de Amazon en Huechuraba. Tras la presentación de la documentación ambiental para su segundo centro en Chile, se presentaron casi 50 observaciones al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Amazon ha solicitado una extensión del plazo para responder a estas observaciones.

Un centro de datos pequeño que utiliza un sistema de enfriamiento por agua puede consumir alrededor de 25 millones de litros de agua al año. Algunos de los centros más grandes requieren más de 100MW para operar, y Chile ha registrado una sequía nacional desde 2010.

Vicente Bardales, miembro del grupo de Resistencia Socioambiental de Quilicura, señaló que las empresas utilizan el agua, secan el territorio y no aportan nada a la población. Quilicura, al noroeste de Santiago, alberga el centro de datos de Google, y se espera la construcción de uno de Microsoft en los próximos dos años.

El primer centro de datos de Google en América Latina se inauguró en Chile en 2015, y en 2019 la empresa anunció un segundo centro que usaría el doble de agua. En 2020, este segundo centro fue autorizado para extraer 228 litros de agua por segundo, más de 7 mil millones de litros anuales. Las manifestaciones de los activistas lograron que el tribunal ambiental de Santiago suspendiera el proyecto hasta que Google reevaluara su impacto ambiental.

En 2020, Microsoft anunció un centro de datos de 317 millones de dólares. Vallejos y otros activistas presentaron numerosas solicitudes sobre el impacto del edificio en una de las mayores reservas de agua de la región. A pesar de las promesas de Microsoft de reducir el uso de agua, los documentos del SEIA revelaron que su sistema de enfriamiento dependía parcialmente del agua. El centro de Microsoft recibió aprobación ambiental en 2023 y se espera que esté operativo en 2026.

Amazon ha afirmado cumplir con todos los requisitos de la Declaración de Impacto Ambiental para sus centros de datos en Padre Hurtado y Huechuraba. La empresa se comprometió a devolver más agua de la que utiliza en sus operaciones directas a nivel mundial para 2030.

Activistas locales están buscando presentar un frente unido para exigir una legislación más estricta y estudios de impacto ambiental más robustos. Algunos esfuerzos de compensación ambiental han sido realizados, como el Google Urban Forest en Quilicura, pero la efectividad de estos proyectos es cuestionada debido a las altas necesidades de agua de los centros de datos.

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