Diversos proyectos de infraestructura en Victoria, Australia, están transformando los posos de café en biochar, un recurso valioso para la industria de la construcción. El equipo de la Universidad RMIT se ha asociado con BildGroup, una empresa australiana de infraestructuras civiles, para llevar a cabo estos proyectos dentro de una economía circular.
Los residuos orgánicos en vertederos, como los posos de café, contribuyen al 3% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El Dr. Rajeev Roychand y su equipo en RMIT están decididos a transformar estos residuos en un recurso útil para la construcción. Sin embargo, los residuos orgánicos no se pueden añadir directamente al cemento porque se descompondrían con el tiempo, debilitando el material. Para solucionar este problema, el equipo ha desarrollado una técnica que utiliza biochar de café, producido a 350 grados Celsius sin oxígeno, que refuerza el cemento en un 30%.
Utilizan una técnica similar para convertir otros residuos orgánicos, como las astillas de madera, en biochar, que también mejora la resistencia del cemento.
Australia genera anualmente 75 millones de kilogramos de posos de café, la mayoría de los cuales termina en vertederos. Sin embargo, estos residuos podrían reemplazar hasta 655 millones de kilogramos de arena en el cemento debido a su mayor densidad. A nivel mundial, se generan 10 mil millones de kilogramos de posos de café, que podrían sustituir hasta 90 mil millones de kilogramos de arena en el cemento.
El biochar de café y astillas de madera puede reemplazar parte de la arena de río utilizada en la fabricación de cemento. Roychand menciona que están colaborando con el consejo local para probar estos tipos de biochar en aceras de Gisborne. La escasez de arena y la capacidad de estos residuos para reemplazar hasta el 15% de la arena en el cemento son aspectos cruciales de esta investigación.
Shane Walden, Director de Activos y Operaciones del Consejo, expresó su satisfacción por trabajar con RMIT en este innovador proyecto. Subrayó la importancia de realizar pruebas en campo y evaluar el rendimiento del cemento con biochar. Los residentes no notarán diferencias visuales o olfativas en el cemento modificado, lo que resalta la viabilidad de esta solución sostenible.
El equipo de RMIT también está trabajando en la cadena de suministro para convertir esta investigación en un producto comercialmente viable, explorando el uso de diferentes residuos orgánicos. Cada tipo de biochar, según su composición y características, puede mejorar el rendimiento del cemento de diversas maneras.
La integración de esta innovación de RMIT en la cadena de suministro podría generar ahorros significativos para las empresas constructoras. La investigación sugiere que la mayor resistencia del cemento con biochar de café podría reducir el contenido necesario de cemento hasta en un 10%. Aunque la prueba con el Consejo de Macedon Ranges no disminuyó la cantidad de cemento, el equipo de RMIT planea experimentar con su reducción.