El gusto por la independencia que proporcionan los coches es común entre los habitantes del campo, lo que plantea un reto significativo a la hora de incentivar el uso del transporte público. El sistema Monocab podría ser la respuesta, utilizando cápsulas individuales bajo demanda que circulan por antiguas vías ferroviarias abandonadas.
En áreas rurales, muchas personas prefieren usar sus coches para desplazarse a los centros urbanos en cualquier momento, en lugar de esperar a los escasos autobuses o trenes disponibles. Esta falta de interés en el transporte público provoca una reducción en la oferta de estos servicios, creando un círculo vicioso que disminuye aún más su uso entre los locales.
En países como Alemania, muchas líneas ferroviarias de cercanías en zonas rurales están en gran parte en desuso. Además, debido a que no todos quieren esperar al transporte público o realizar largos trayectos en coche, un número creciente de personas opta por vivir en ciudades en lugar de en el campo.
Sin embargo, ¿qué pasaría si fuera posible solicitar un pequeño vehículo eléctrico justo cuando lo necesitas, a través de una aplicación similar a las de taxi o Uber, que te recogiera en una vía ferroviaria cercana y te llevara automáticamente a la ciudad? Esta es la idea detrás del Monocab.
El proyecto Monocab, respaldado por la Unión Europea, comenzó en 2022 y es una colaboración entre la Universidad de Tecnología de OWL (Technische Hochschule Ostwestfalen-Lippe), la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bielefeld y el instituto Fraunhofer IOSB-INA.
Las cápsulas Monocab serán, o están previstas que sean, vehículos monorraíl eléctricos con capacidad para cuatro a seis pasajeros, que utilizan un sistema giroscópico para autoequilibrarse sobre un solo raíl de una vía ferroviaria en desuso. Esto deja el otro raíl libre para que otros Monocabs viajen en dirección contraria.
El fundador del proyecto, Thorsten Försterling, explica que el equipo está trabajando en una máquina instalada en la vía que podrá levantar las cápsulas individuales de un raíl y colocarlas en el otro (sin pasajeros en su interior en ese momento), evitando que se acumulen en cualquiera de los extremos de la ruta.
Aunque esta tecnología pueda parecer algo ambiciosa, es importante recordar que el proyecto se inspira en un monorraíl autoequilibrado completamente funcional que el ingeniero mecánico Louis Brennan diseñó y demostró a principios del siglo XX.
Ya se están probando cápsulas en un tramo corto de vía en una zona rural de Alemania, y Försterling afirma que un prototipo final debería estar en funcionamiento en 2028. Mientras tanto, puedes ver algunas de las cápsulas de prueba en acción en el video a continuación.