La creación de este dispositivo de resorte por parte de los ingenieros del MIT representa un avance significativo en la búsqueda de soluciones para mejorar la eficiencia y la potencia de los robots. Este nuevo flexor permite a los robots realizar movimientos más precisos y potentes, lo que los hace capaces de realizar tareas más complejas y aumentar su utilidad en diversos campos, desde la fabricación hasta la asistencia médica. Además, al actuar como un componente esquelético, este dispositivo ayuda a reducir el consumo de energía de los robots, lo que los hace más sostenibles y eficientes. Sin duda, esta innovación marcará un hito en el desarrollo de la robótica a nivel mundial y sentará las bases para futuros avances en esta área emocionante y en constante evolución.
Ingenieros del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) han dado un paso significativo en el campo de la robótica con el diseño de un dispositivo innovador denominado «flexure». Esta creación se asemeja a una estructura esquelética en espiral, diseñada para optimizar el rendimiento de los tejidos musculares naturales, abriendo un nuevo horizonte en el desarrollo de robots biohíbridos eficientes y adaptables.
Según expertos del MIT, los músculos humanos representan los actuadores perfectos de la naturaleza, es decir, dispositivos capaces de convertir la energía en movimiento. A pesar de su tamaño compacto, las fibras musculares superan en fuerza y precisión a la mayoría de los actuadores sintéticos existentes, además de poseer propiedades autocurativas que los hacen especialmente atractivos para aplicaciones robóticas.
La investigación hasta la fecha ha evidenciado que los diseños previos no lograban aprovechar al máximo la eficiencia muscular. En respuesta a este desafío, los ingenieros del MIT han concebido el «flexure» como una estructura esquelética flexible, la cual, al ser particularmente blanda en una dirección y rígida en otras, facilita la conversión eficiente de las contracciones musculares en movimiento. Este avance se ha demostrado en una variedad de robots biohíbridos capaces de andar, nadar, bombear y agarrar, potenciados por actuadores basados en músculos.
Este dispositivo no solo ha mostrado una capacidad de estiramiento cinco veces superior a diseños similares anteriores, sino que también establece una base sólida para el desarrollo de futuras estructuras esqueléticas artificiales. Dichas estructuras, equipadas con tejidos musculares, podrían dirigir sus movimientos con una precisión y potencia sin precedentes.
La «flexure» se caracteriza por estar compuesta de vigas paralelas capaces de flexionarse y estirarse con precisión nanométrica. Según Ritu Raman, Profesor de Desarrollo de Carreras Brit y Alex d’Arbeloff en Diseño de Ingeniería en el MIT, este sistema permite una nueva forma de traducir la actuación muscular en movimientos con múltiples grados de libertad de una manera muy predecible. Además, el dispositivo resulta ser 1/100 tan rígido como el tejido muscular, presentando una estructura pequeña y similar a un acordeón, lo cual magnifica enormemente el movimiento generado por la contracción muscular.