El Boeing XB-1 ‘Baby Boom’, un avión de demostración de alta velocidad, despegó y aterrizó en el desierto de Mojave, en California, mostrando a los expertos y entusiastas de la aviación que la tecnología para los vuelos supersónicos está más cerca de lo que se pensaba. Con capacidad para transportar hasta 55 pasajeros, la empresa Boom Supersonic planea lanzar su primer avión de pasajeros supersónico, el Overture, en la próxima década. Este avance no solo representaría un salto en la tecnología aeroespacial, sino que también abriría la puerta a una nueva era de viajes más rápidos y eficientes. La reducción de tiempos de vuelo en rutas internacionales podría cambiar por completo la forma en que vemos los viajes a larga distancia.
La startup Boom Supersonic ha realizado un importante hito con el primer despegue de su aeronave prototipo, el XB-1. Este acontecimiento, que tuvo lugar sobre el desierto de Mojave, no solo marca un paso significativo en el ambicioso proyecto de la empresa sino que también reaviva la esperanza de ver aviones supersónicos comerciales en los cielos, dos décadas después de que el Concorde realizara su último vuelo.
El XB-1, conocido como el «baby boom», alzó el vuelo el jueves a las 7:28 AM PT, alcanzando una altitud máxima de 7,120 pies y una velocidad de 246 nudos (283 mph), para luego aterrizar 12 minutos después. Aunque el vuelo fue subónico y más tardío de lo esperado, evidencia el progreso constante de Boom en su visión de futuro.
Boom Supersonic no solo aspira a introducir el Overture, su modelo de avión comercial supersónico, sino que también ha forjado alianzas significativas con grandes aerolíneas como American y United, además de colaboraciones en manufactura y desarrollo con Florida Turbine Technologies y GE Additive. Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos, destacándose la disolución de su asociación con Rolls-Royce, lo que ha llevado a Boom a aventurarse en el desarrollo de sus propios motores, denominados Symphony.
A diferencia del XB-1, que utiliza motores turbojet J85 de la década de 1950, el Overture estará equipado con cuatro motores Symphony, en desarrollo, que prometen ser una pieza clave en la diferenciación y rendimiento del futuro avión comercial.
Blake Scholl, CEO y fundador de Boom, subraya la importancia del XB-1 como un prototipo a escala de Overture, no solo en la validación de datos de simulador sino también como una herramienta crucial en la recaudación de fondos y en la demostración del progreso tecnológico y de ejecución de la empresa.
A pesar de los avances, la realización del Overture enfrenta retos financieros significativos, con un costo de desarrollo estimado en más de $8 mil millones, y desafíos regulatorios relacionados con el impacto ambiental y las normativas contra las ondas sónicas. No obstante, la posibilidad de utilizar combustible de aviación sostenible (SAF) y las innovaciones en tecnologías que minimizan el impacto del boom sónico, como las demostradas por la NASA con el X-59, ofrecen un horizonte de soluciones potenciales.
Con el objetivo de realizar el primer vuelo del Overture para 2030, Boom Supersonic continúa su labor, no solo en el ámbito de la ingeniería y el diseño sino también en la construcción de su «superfábrica» en Greensboro, NC, marcando pasos firmes hacia el anhelado retorno de la aviación comercial supersónica, un sueño que, aunque aún lejano, se va materializando vuelo a vuelo.