Dispositivo blando robótico mejora la marcha de personas con enfermedad de Parkinson

La tecnología robótica blanda ha demostrado ser una revolución en el campo de la asistencia médica, especialmente para pacientes con enfermedades neurológicas como el Parkinson. Este dispositivo vestible, que actúa como un exoesqueleto asistencial, ha mostrado resultados prometedores al mejorar la marcha de las personas afectadas, permitiéndoles una mayor autonomía y calidad de vida. La eliminación de la congelación de la marcha, un problema común en pacientes con Parkinson, representa un avance significativo en el tratamiento de esta enfermedad. Este enfoque innovador combina la tecnología robótica con la medicina para ofrecer soluciones efectivas y prometedoras.

La enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta a más de 9 millones de personas en todo el mundo, presenta como uno de sus síntomas más comunes y limitantes el fenómeno conocido como «congelamiento». Este síntoma implica una pérdida repentina de la capacidad de mover los pies, a menudo en medio de un paso, llevando a pasos cortos y entrecortados que pueden culminar en una detención total. Este problema contribuye significativamente al riesgo de caídas entre quienes viven con la enfermedad.

Tradicionalmente, el tratamiento del congelamiento en la enfermedad de Parkinson ha incluido terapias farmacológicas, quirúrgicas o conductuales, sin embargo, ninguna ha demostrado ser particularmente efectiva hasta ahora.

En un avance prometedor, investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard (SEAS) y el Sargent College de Ciencias de la Salud y Rehabilitación de la Universidad de Boston han desarrollado un robot vestible suave, diseñado para ayudar a las personas con Parkinson a caminar sin congelamientos. Este dispositivo robótico, que se lleva alrededor de las caderas y los muslos, proporciona un suave empuje a las caderas durante el balanceo de la pierna, facilitando un paso más largo.

El uso de esta prenda robótica ha eliminado completamente los episodios de congelamiento en el participante durante las pruebas en interiores, permitiéndole caminar más rápido y más lejos de lo que sería posible sin la asistencia del dispositivo.

Conor Walsh, profesor de ingeniería y ciencias aplicadas en SEAS y coautor correspondiente del estudio, destacó la efectividad inmediata y consistente del dispositivo en mejorar la movilidad bajo diversas condiciones. Este desarrollo subraya el potencial de la robótica suave en el tratamiento de síntomas frustrantes y potencialmente peligrosos de la enfermedad de Parkinson, ofreciendo a los afectados la posibilidad de recuperar no solo su movilidad sino también su independencia.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature Medicine, resaltando más de una década de desarrollo en el Laboratorio de Biodesign de SEAS en tecnologías robóticas asistidas y rehabilitadoras para mejorar la movilidad de personas después de un derrame cerebral, con ALS u otras enfermedades que afectan la movilidad. Esta investigación, en particular, se benefició de una colaboración interdisciplinaria que incluyó ingenieros, científicos de rehabilitación, fisioterapeutas, biomecánicos y diseñadores de ropa, demostrando el poder de la colaboración en la innovación tecnológica.

Forma parte de una iniciativa más amplia apoyada por una subvención de la Massachusetts Technology Collaborative, centrada en el desarrollo y la traducción de tecnologías robóticas y vestibles de próxima generación. Este proyecto es un testimonio del compromiso continuo con la mejora del rendimiento humano y la calidad de vida a través de la innovación tecnológica y la colaboración interdisciplinaria.

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