Una composición artística abstracta de letras de diferentes tamaños, colores y estilos tipográficos dispersas sobre un fondo mixto de colores y texturas. Algunas letras están escritas a mano, como la "N" en rojo, mientras que otras están impresas, como la "P" en blanco. Las letras se superponen en algunas áreas, con variaciones en el color y la opacidad. El fondo está compuesto por zonas de azul, rojo y tonos tierra, con marcas y líneas que añaden un aspecto desgastado o envejecido.

Bots de IA ya pueden resolver los molestos Captchas de semáforos con un 100% de precisión

Los tests CAPTCHA, conocidos por pedir a los usuarios que identifiquen imágenes como semáforos o coches para demostrar que no son bots, son una de las tareas más molestas en internet. A pesar de ello, la mayoría de las personas acepta su utilidad como barrera para evitar que los bots saturen el tráfico, cometan fraudes o extraigan datos de manera automatizada.
Una calavera robótica de color oscuro con ojos rojos brillantes que resaltan en la oscuridad. La calavera lleva unos auriculares y está situada sobre una superficie de madera, con un fondo completamente negro que acentúa el contraste. La escena evoca una sensación de tecnología avanzada y amenaza, sugiriendo la fusión entre inteligencia artificial y música.

Un músico estafa 12 millones de dólares a plataformas de streaming con bots y canciones generadas por IA

Un músico de Carolina del Norte, Michael Smith, ha sido acusado de orquestar un fraude masivo contra las plataformas de música en streaming, logrando presuntamente recaudar 12 millones de dólares. Smith, junto con sus cómplices, utilizó un ejército de 1.000 bots para reproducir canciones generadas por inteligencia artificial (IA), evadiendo las políticas de seguridad de estos servicios durante varios años.

La inquietante ‘vida digital’ después de la muerte ya no es ciencia ficción

Imagina un futuro en el que tu teléfono emite una notificación informándote que el bot "inmortal digital" de tu difunto padre está listo para interactuar contigo. Esta promesa de poder conversar con una versión virtual de un ser querido, quizás a través de un visor de realidad virtual (VR), parece sacada de una película de ciencia ficción: fascinante pero también un poco inquietante.