Una nueva era en la detección temprana de tsunamis llegó cuando el sistema experimental GUARDIAN de la NASA logró identificar y confirmar un tsunami hasta 45 minutos antes que los medidores de marea tradicionales en Hawái.

El pasado 29 de julio, un masivo terremoto de magnitud 8.8 cerca de la península de Kamchatka, en Rusia, desencadenó un tsunami que se convirtió en la primera prueba real para GUARDIAN (GNSS Upper Atmospheric Real-time Disaster Information and Alert Network), el revolucionario sistema de detección desarrollado en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California.

Un día perfecto para la primera prueba

La coincidencia no podría haber sido más perfecta: apenas un día antes del terremoto, el equipo había desplegado dos elementos nuevos cruciales del sistema: una inteligencia artificial para detectar señales de interés y un sistema de mensajería prototipo.

Gráfico de dispersión que muestra variaciones en los valores de STEC a lo largo del tiempo durante la noche del 29 de julio de 2025. Los puntos en colores azul y rojo representan diferentes satélites GPS y GNSS, destacando una fuerte perturbación atmosférica alineada con el momento del terremoto de Kamchatka, marcada por una línea vertical roja.

«El sistema funcionó a su máxima capacidad», declaró Camille Martire, una de las desarrolladoras del proyecto en JPL. GUARDIAN logró detectar distorsiones atmosféricas y emitir notificaciones a expertos especializados en tan solo 20 minutos después del terremoto.

¿Cómo funciona esta tecnología revolucionaria?

GUARDIAN aprovecha la física de los tsunamis de manera ingeniosamente simple. Durante un tsunami, miles de millas cuadradas de la superficie oceánica pueden elevarse y descender casi al unísono, desplazando enormes cantidades de aire y enviando ondas sonoras de baja frecuencia hacia el espacio.

Estas ondas interactúan con las partículas cargadas de la ionósfera (la capa superior de la atmósfera), distorsionando ligeramente las señales de radio que llegan desde satélites GPS y otros sistemas de posicionamiento hasta estaciones científicas terrestres.

El software rastrea datos transmitidos desde más de 350 estaciones GNSS que operan continuamente alrededor del mundo. Puede identificar evidencia de un tsunami hasta aproximadamente 745 millas (1,200 kilómetros) de distancia de una estación determinada.

Tiempo crítico para salvar vidas

En situaciones ideales, las comunidades costeras vulnerables cerca de una estación GNSS podrían saber cuando un tsunami se dirige hacia ellas con hasta 1 hora y 20 minutos de anticipación para evacuar las áreas bajas, salvando innumerables vidas y propiedades.

Siddharth Krishnamoorthy, científico de JPL, enfatizó la importancia: «Esos minutos adicionales de saber que algo viene podrían marcar una diferencia real cuando se trata de advertir a las comunidades en el camino».

Complementando los sistemas existentes

GUARDIAN no pretende reemplazar los sistemas actuales, sino complementarlos. Christopher Moore, director del Centro de Investigación de Tsunamis de NOAA, explicó: «La NASA GUARDIAN puede ayudar a llenar los vacíos. Proporciona una pieza más de información, un punto de datos más valioso, que puede ayudarnos a determinar si necesitamos hacer la llamada para evacuar».

Los sensores de presión en aguas profundas siguen siendo el estándar de oro para evaluar las olas, pero son costosos y escasos en ubicaciones. GUARDIAN ofrece una perspectiva única: puede detectar el movimiento de la superficie del mar desde las alturas de la Tierra, globalmente y en tiempo casi real.

Detección sin fronteras

Una ventaja clave de GUARDIAN es que no requiere información sobre qué causó un tsunami. Ya sea por terremotos submarinos, erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra subacuáticos o ciertas condiciones meteorológicas, el sistema puede detectar que se generó uno y alertar a las autoridades.

Adrienne Moseley, codirectora del Centro Conjunto Australiano de Alerta de Tsunamis, destacó: «Los tsunamis no respetan las fronteras nacionales. Necesitamos poder compartir datos alrededor de toda la región para poder hacer evaluaciones sobre la amenaza para todas las costas expuestas».

Un cambio de paradigma tecnológico

Bill Fry, presidente del grupo de trabajo técnico de las Naciones Unidas responsable de la alerta temprana de tsunamis en el Pacífico, describió GUARDIAN como parte de un «cambio de paradigma» tecnológico. Al observar directamente la dinámica oceánica desde el espacio, «GUARDIAN es absolutamente algo que nosotros en la comunidad de alerta temprana estamos buscando para ayudar a sustentar la predicción de próxima generación».

Resultados impresionantes en la primera prueba

Durante el evento de Kamchatka, GUARDIAN estimó que la velocidad de la ola era de más de 580 millas por hora (260 metros por segundo) cerca de la costa. En tan solo 10 minutos después de recibir los datos, el sistema puede producir una instantánea del rugido del tsunami llegando a la alta atmósfera.

Aunque las salidas en tiempo casi real de GUARDIAN deben ser interpretadas por expertos entrenados para identificar los signos de tsunamis, ya es una de las herramientas de monitoreo más rápidas de su tipo, convirtiéndose en un componente esencial para los sistemas de alerta temprana del futuro.

Esta tecnología representa un salto cuántico en nuestra capacidad de detectar y responder a una de las amenazas naturales más devastadoras del planeta, prometiendo salvar miles de vidas en futuras emergencias.

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