Una nueva investigación revela que doctores experimentados perdieron habilidades diagnósticas cuando dejaron de usar herramientas de inteligencia artificial
Un nuevo estudio publicado en The Lancet ha encontrado resultados preocupantes sobre el uso de herramientas de inteligencia artificial en medicina: los médicos que utilizaron asistencia de IA para identificar riesgos potenciales de cáncer en pacientes empeoraron significativamente cuando volvieron a realizar diagnósticos sin esta ayuda tecnológica.
El estudio que alarma a la comunidad médica
La investigación se llevó a cabo en cuatro centros de endoscopia en Polonia, monitoreando las tasas de éxito en la detección de cáncer de colon durante tres meses antes de introducir herramientas de IA y tres meses después. Una vez implementada la tecnología, las colonoscopías fueron asignadas aleatoriamente para recibir o no soporte de inteligencia artificial.
Los resultados fueron contundentes: los médicos que realizaron colonoscopías sin IA después de haber tenido acceso a esta asistencia vieron caer sus tasas de detección, produciendo resultados 20% peores que los obtenidos antes de la introducción de la tecnología.
Experiencia no es garantía contra la dependencia tecnológica
Lo más alarmante del estudio es que los 19 médicos participantes eran altamente experimentados, cada uno había realizado más de 2,000 colonoscopías. Si doctores con esta experiencia pueden caer víctimas del «de-skilling» (pérdida de habilidades), viendo erosionadas sus capacidades debido a la dependencia de herramientas de IA, los resultados en médicos menos experimentados podrían ser aún más graves.
El dilema de la IA médica
No hay duda de que las herramientas de inteligencia artificial pueden ayudar en entornos médicos. Numerosos estudios sugieren que la IA puede facilitar todo, desde la detección de cánceres hasta el diagnóstico de enfermedades basándose en el historial médico del paciente. Analizar información basada en una amplia gama de ejemplos previos es, efectivamente, el punto fuerte de la IA.
Existe evidencia que sugiere que los humanos pueden potenciar sus propias habilidades utilizando herramientas de IA. Estudios en entornos médicos han encontrado que los doctores que usan estas herramientas pueden producir mejores resultados para sus pacientes.
El peligro del «piloto automático mental»
Sin embargo, nadie, incluidos los médicos, es inmune al riesgo de «desconectar el cerebro» y depender de la IA en lugar de sus propias habilidades. Microsoft publicó anteriormente un estudio que encontró que los trabajadores del conocimiento que se apoyan en IA dejan de pensar críticamente sobre el trabajo que están realizando y se sienten confiados de que la asistencia de la IA será suficiente para completar el trabajo.
Investigadores del MIT encontraron de manera similar que depender de ChatGPT para escribir ensayos resultaba en menos compromiso crítico con el material. A largo plazo, existe un riesgo real de que la dependencia de la IA erosione nuestra capacidad para resolver problemas y razonar, lo cual no es ideal cuando la IA continúa generando información incorrecta.
Adopción masiva en el sector médico
La Asociación Médica Estadounidense encontró que aproximadamente dos de cada tres médicos ya han adoptado IA para potenciar sus habilidades. Con suerte, aún son capaces de identificar cuando la tecnología hace algo como «alucinar» una parte del cuerpo que no existe.
Reflexiones sobre el futuro de la medicina
Este estudio plantea preguntas fundamentales sobre cómo integrar la inteligencia artificial en la práctica médica sin comprometer las habilidades diagnósticas de los profesionales de la salud. La IA no es una herramienta benévola por defecto: requiere implementación cuidadosa y uso responsable para maximizar beneficios mientras se minimizan los riesgos de dependencia excesiva.
La pérdida de habilidades críticas en profesionales médicos experimentados debe servir como una advertencia sobre los peligros de la sobredependencia tecnológica en campos donde la vida humana está en juego.