El 15 de marzo de 2025, el editor en jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, se encontró en una situación singular: recibió una solicitud de conexión en Signal de un “Michael Waltz”, que resulta ser el nombre del asesor de seguridad nacional del presidente Donald Trump. Dos días después, Goldberg fue añadido a un grupo de mensajes con altos funcionarios de la administración, creado para coordinar conversaciones sobre la estrategia militar respecto a los Houthi en Yemen.
Mientras Goldberg esperaba en el estacionamiento de un supermercado, los bombardeos comenzaron, confirmando que la conversación en la que inadvertidamente participaba era real. En el programa Radio Atlantic, Goldberg comentó sobre la absurda cadena de acontecimientos y dialogó con Shane Harris, periodista especializado en seguridad nacional.
Goldberg describió cómo comenzó con un mensaje informal que lo llevó a ser añadido a lo que parecía un grupo de alto nivel. «Primero pensé que estaba siendo engañado», afirmó. Pero a medida que más funcionarios comenzaron a participar, la conversación se tornó seria. Se discutieron planes de acción, revelando que los líderes de la administración estaban debatiendo un ataque real.
Entre los mensajes, se pudieron observar comentarios críticos sobre las relaciones internacionales y el liderazgo, como Pete Hegseth expresando su desprecio hacia los europeos y J. D. Vance recomendando mantener a Europa en el centro del problema. Sin embargo, el momento culminante llegó cuando un participante identificado como «S M», presumiblemente Stephen Miller, cerró la conversación afirmando que el presidente estaba decidido a proceder con el ataque.
Los eventos presentaron una inquietante revelación sobre cómo un grupo de alto nivel, que debería manejar con gran discreción tales planes, se comunicaba en un canal no seguro. Si bien Signal es conocido por su cifrado, no está aprobado para intercambiar información clasificada, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de las comunicaciones en tiempos de conflicto.
Harris remarcó la imprudencia de discutir operaciones sensibles en un entorno tan informal. «No hay manera razonable de que una persona sensata en estas posiciones piense que está bien hablar de dicha información activa de esta manera», declaró.
La serie de mensajes mostró desacuerdos internos significativos, destacando la falta de consenso sobre la política de respuesta frente a los Houthi. Esta falta de claridad en los procesos de toma de decisiones es indicativa de los desafíos que enfrenta la administración en temas de estrategia y seguridad nacional.