La empresa de inteligencia artificial de Elon Musk, xAI, ha presentado Grok-3, la última versión de su chatbot, en un intento por competir con la firma china de IA DeepSeek, así como con OpenAI, respaldada por Microsoft, y Google de Alphabet. El debut de Grok-3 llega en un momento crítico en la carrera armamentística de la IA, apenas días después de que DeepSeek revelara su potente modelo de código abierto, mientras Musk se mueve agresivamente para expandir la influencia de xAI.
El chatbot se está implementando de inmediato para los suscriptores de Premium+ en X, la plataforma de redes sociales propiedad de Musk. Además, xAI está lanzando un nuevo nivel de suscripción, SuperGrok, para los usuarios que acceden al chatbot a través de su aplicación móvil y el sitio web Grok.com. Durante una transmisión en vivo, Musk afirmó que «Grok-3 está en una liga propia», destacando que el modelo supera a su predecesor, Grok-2. Según Gil Luria, director gerente de D.A. Davidson, «la introducción de Grok-3 devuelve a xAI a la carrera por el liderazgo en modelos de lenguaje de código abierto».
A medida que la competencia en la IA se intensifica, xAI está aumentando su capacidad de centro de datos para entrenar modelos más avanzados, recaudando miles de millones de dólares. Su clúster de supercomputadoras en Memphis, Tennessee, llamado «Colossus», se promociona como el más grande del mundo. Sin embargo, Luria señaló que las mejoras sobre el modelo Grok-2 parecen ser demasiado pequeñas para justificar los enormes recursos utilizados en su entrenamiento. La última versión introduce un motor de búsqueda inteligente, denominado DeepSearch, que xAI describe como un chatbot basado en el razonamiento capaz de articular su proceso de pensamiento al responder a las consultas de los usuarios.
La herramienta, demostrada durante la transmisión en vivo, ofrece funciones para la investigación, la lluvia de ideas y el análisis de datos. La semana pasada, un consorcio de inversores liderado por Musk ofreció 97.400 millones de dólares para adquirir los activos sin fines de lucro de OpenAI, una oferta que el creador de ChatGPT rechazó. Esta iniciativa subraya el compromiso de Musk y xAI de posicionarse como líderes en el campo de la inteligencia artificial, enfrentándose a gigantes tecnológicos establecidos.