En la red social X (anteriormente Twitter), algunos usuarios afirman estar ganando “miles de dólares” publicando contenido que incluye desinformación electoral, imágenes generadas por inteligencia artificial (IA) y teorías conspirativas sin fundamento. Estas cuentas operan en redes donde se comparten mutuamente sus publicaciones, incrementando su alcance y, en consecuencia, sus ingresos en la plataforma. La BBC identificó varios de estos perfiles que se coordinan en foros y grupos de chat, donde repostean contenido verificado y no verificado para maximizar la visibilidad.
Algunas de estas cuentas apoyan figuras como Donald Trump o Kamala Harris, mientras que otras mantienen una postura independiente. Sin embargo, todas afirman no estar vinculadas oficialmente a campañas políticas, aunque algunas han sido contactadas por políticos que buscan apoyo en sus publicaciones. Este tipo de cuentas aprovecha un cambio de políticas en X desde el 9 de octubre, que ajustó los pagos a cuentas monetizadas según la interacción de usuarios de pago (comentarios, likes y compartidos), en lugar de basarse en el número de anuncios que se muestran junto a sus publicaciones.
Contrario a otras plataformas, X no tiene directrices específicas para desmonetizar perfiles que difundan desinformación, lo cual levanta cuestionamientos sobre si incentiva la publicación de contenido polémico, independientemente de su veracidad, especialmente en un momento crítico para la política de Estados Unidos.
Entre el contenido viral compartido por estas cuentas se encuentran acusaciones infundadas sobre fraude electoral y teorías conspirativas extremas. Uno de los ejemplos más recientes incluye una imagen manipulada de Kamala Harris trabajando en un McDonald’s, la cual fue difundida en otras redes sociales como Facebook y TikTok. Algunas publicaciones llegan a audiencias masivas, y varios perfiles aseguran que su intención es provocar debate más que engañar a los usuarios, aunque reconocen que las publicaciones sensacionalistas suelen ser las más lucrativas.
Una cuenta llamada «Freedom Uncut» declara ganar miles de dólares al mes a través de X, publicando imágenes de IA que van desde sátiras, como una representación de Trump en una escena de «The Matrix», hasta escenas impactantes, como personas varadas tras un desastre natural, acompañadas de mensajes políticos. Freedom Uncut justifica sus publicaciones como «arte» que genera conversación, aunque admite que el contenido controvertido genera mayor interacción y, por ende, más ingresos.
En contraste con perfiles pro-Trump, cuentas como la de “Brown Eyed Susan” apoyan al Partido Demócrata, y su red de “cuentas leales” publica contenido a favor de Kamala Harris. Aunque Susan afirma que no planeó monetizar su cuenta, su alcance le permite ganar unos cientos de dólares al mes. Reconoce que su contenido también incluye teorías conspirativas sobre ataques a Trump, y defiende el derecho a cuestionar eventos de relevancia pública.
Otros perfiles de menor alcance, como “The Infinite Dude”, también contribuyen a la diseminación de contenido editado, sin importar la veracidad, como un experimento social sobre la percepción pública en redes. Según él, las personas comparten contenido que desean creer, independientemente de si es verdadero o falso.
A pesar de que X tiene herramientas como Community Notes para verificar hechos con la ayuda de usuarios, la plataforma no ha tomado medidas en EE. UU. como las implementadas durante las elecciones en el Reino Unido, donde eliminó cuentas que compartían clips manipulados.
El papel de plataformas como X en las elecciones sigue siendo un tema de debate, ya que la diseminación de contenido desinformativo puede influir en la percepción pública y, en última instancia, en el comportamiento de los votantes. La falta de directrices más estrictas para perfiles que divulgan información falsa plantea una importante reflexión sobre el papel de las redes sociales en la democracia y la integridad electoral.