En un anuncio inesperado, Sir Tim Berners-Lee, creador de la web, y Rosemary Leith, cofundadora de la World Wide Web Foundation, han comunicado que la organización dejará de operar. Esta decisión se produce tras 16 años dedicados a promover una web segura, confiable y abierta. Sin embargo, esto no significa el fin de los objetivos de la Fundación, ya que Berners-Lee ha decidido enfocar sus esfuerzos en el Protocolo Solid.
A lo largo de los años, la Fundación ha logrado avances significativos en sus objetivos originales, entre ellos:
- Expansión del acceso a internet: En 2009, cuando se fundó la organización, solo el 20% de la población mundial tenía acceso a internet. Hoy en día, ese número ha crecido hasta casi el 70%.
- Internet asequible: La Fundación propuso el estándar «1 por 2», que dictaba que 1GB de datos móviles no debería costar más del 2% del ingreso mensual promedio de una persona. Esta meta no solo se alcanzó, sino que ahora la Alianza para Internet Asequible está abogando por «1 por 5», donde 5GB de banda ancha móvil o fija no deberán superar ese 2% para el año 2026.
- Neutralidad en la red: La Fundación también tuvo un papel crucial en la lucha por la neutralidad de la red en regiones como la Unión Europea, India y Estados Unidos.
Berners-Lee y Leith han señalado que el panorama del acceso a internet ha cambiado drásticamente desde la creación de la Fundación. Con la mayor parte del mundo conectado y el internet siendo cada vez más accesible, la misión original de la Fundación ha evolucionado. Hoy en día, muchas otras organizaciones están dedicadas a defender los derechos de los usuarios en la web.
Para ellos, la principal amenaza actual para los derechos de los usuarios es el dominio de plataformas centralizadas como Facebook, X (anteriormente Twitter) y Reddit. Estas grandes corporaciones han convertido los datos personales en una mercancía, concentrando el poder en detrimento de la visión original de Berners-Lee para la web.
Según explicó Berners-Lee, su visión inicial era crear una herramienta que fomentara la colaboración, la compasión y la creatividad, lo que él denomina «las tres Cs». En sus primeros años, la web logró esto al ser descentralizada, ofreciendo múltiples opciones y comunidades locales que generaban valor y empoderaban a los individuos.
No obstante, el internet actual ha perdido esos principios. Ante esta realidad, Berners-Lee ha decidido priorizar la restauración del control de los datos a los usuarios y la construcción de sistemas colaborativos descentralizados. En ese sentido, el Protocolo Solid jugará un papel clave.
El Protocolo Solid es un conjunto de especificaciones y tecnologías diseñadas para descentralizar la web y devolver a los usuarios el control sobre sus datos personales. Basado en estándares web existentes, como HTTP, REST y WebID-TLS, permite a los usuarios almacenar su información en «pods», servidores personales y seguros, en lugar de depender de grandes plataformas como Google o Meta.
Los datos se mantendrán en formatos de Linked Data, como el marco de descripción de recursos (RDF), y los usuarios podrán controlar quién accede a su información mediante sistemas de control de acceso. Esto significa que los usuarios tendrán el control total sobre sus datos, eliminando la intermediación de las grandes corporaciones.
La gran incógnita es si la visión de Berners-Lee tendrá suficiente apoyo para volverse una realidad o si la web corporativa ha avanzado demasiado como para revertir el rumbo. La apuesta por la descentralización está en marcha, y el tiempo dirá si la visión original del creador de la web puede ser restaurada.