Un estudio reciente sugiere que los óvulos envejecidos pueden rejuvenecerse cuando se colocan en folículos jóvenes, abriendo la puerta a posibles tratamientos de fertilidad en el futuro. Aunque la investigación, realizada en células de ratón, aún está en fases iniciales, podría servir como base para nuevas terapias destinadas a revertir el envejecimiento de los óvulos humanos. No obstante, se requiere mucho más trabajo para trasladar estos hallazgos a la medicina humana.
A medida que los óvulos, también conocidos como ovocitos, envejecen, presentan problemas en la división celular, lo que puede generar aneuploidía, es decir, la presencia de cromosomas adicionales o faltantes. Esta condición incrementa las tasas de aborto espontáneo. Actualmente, existe la opción de congelar ovocitos para preservar la capacidad de tener hijos, pero no hay una técnica que revierta el envejecimiento en estos óvulos.
Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Singapur, liderado por la profesora Rong Li, publicó un estudio en Nature Aging el 7 de septiembre. En este, demostraron que los ovocitos de ratones viejos, cultivados con células jóvenes, mostraban signos de rejuvenecimiento. Al implantar estos óvulos en ratones, las tasas de nacimientos exitosos aumentaron significativamente.
El equipo de Li se ha centrado durante años en el estudio del envejecimiento celular y decidió investigar los ovocitos al descubrir que los ovarios son el órgano que envejece más rápido en el cuerpo. Esta característica hace de los ovarios un modelo excelente para estudiar el envejecimiento en general.
A medida que un ovocito madura, necesita energía y nutrientes, que recibe a través del folículo que lo rodea. Esta conexión se establece mediante filamentos delgados llamados proyecciones transzonales (TZP). Sin esta comunicación, el ovocito no puede madurar correctamente. En investigaciones anteriores, los estudios sobre el envejecimiento de los ovocitos se centraban en etapas avanzadas del desarrollo. Sin embargo, el equipo de Li optó por estudiar las fases iniciales del proceso, donde las conexiones TZP son más evidentes.
Para realizar el experimento, Haiyang Wang, coautor principal del estudio, diseñó un sistema en 3D que permite trasplantar ovocitos de un ratón a los folículos vacíos de otro. Cuando el ovocito viejo se unió a un folículo joven, las conexiones TZP se regeneraron, mejorando la maduración del óvulo.
Li y su equipo fueron más allá al preguntar si un ovocito viejo podría rejuvenecerse al colocarlo en un folículo joven. Los resultados mostraron que los ovocitos envejecidos no solo establecieron conexiones TZP más fuertes, sino que también redujeron a la mitad las anormalidades cromosómicas y cuadruplicaron la tasa de nacimientos exitosos tras ser fertilizados e implantados en ratones.
Este es el primer estudio que sugiere que el envejecimiento de los ovocitos puede ser reversible, lo que refuerza la importancia del entorno folicular en la calidad de los óvulos.
El estudio destaca la posibilidad de que, en un futuro, los tratamientos de fertilidad puedan incluir técnicas para rejuvenecer los ovocitos envejecidos. Según los investigadores, sería factible desarrollar una línea celular comercial de células formadoras de folículos, que puedan cultivarse junto a ovocitos envejecidos para mejorar su calidad. Tal tratamiento, proponen, podría reducir las tasas de aborto espontáneo y mejorar las tasas de éxito en tratamientos de fertilización in vitro (FIV).