Investigadores de la Universidad de West Virginia han desarrollado un dispositivo de neuroimagen revolucionario que permite a los pacientes moverse durante la realización de un escáner cerebral. Este dispositivo podría cambiar las prioridades en la evolución de las herramientas de imagen.
El nuevo prototipo ha sido probado en un entorno real para evaluar su precisión y detectar posibles mejoras. Diseñado para resolver problemas de los escáneres tradicionales de Tomografía por Emisión de Positrones (PET), que requieren que los pacientes permanezcan inmóviles, este dispositivo se enfoca en pacientes con enfermedades que causan movimientos involuntarios, como el Parkinson.
Julie Brefczynski-Lewis, profesora asistente de investigación en el Departamento de Neurociencia de la Escuela de Medicina de la WVU y el Instituto de Neurociencia Rockefeller, destacó que el nuevo dispositivo es útil para investigar comportamientos humanos como caminar o realizar tareas que provocan ansiedad, lo que no es posible con los escáneres convencionales que requieren inmovilidad.
El dispositivo también ofrece ventajas para pacientes con problemas cognitivos, como la demencia, quienes tienen dificultades para mantenerse quietos y comprender instrucciones, evitando la necesidad de anestesia para obtener imágenes cerebrales mientras están despiertos y alertas.
El nuevo dispositivo, denominado PET Ambulatorio que Permite el Movimiento (AMPET), es una versión mejorada de un prototipo anterior financiado por el Instituto de Ciencias Clínicas y Translacionales de West Virginia. Este AMPET es más ligero y se ajusta a la cabeza de manera similar a un casco de construcción, permitiendo una mayor movilidad.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications Medicine, mostró que el AMPET se mueve junto con la cabeza, permitiendo obtener imágenes claras mientras los pacientes caminan. Los investigadores observaron actividad cerebral en las regiones motoras durante el movimiento, confirmando la eficacia del dispositivo. Un paciente con una pierna protésica también mostró actividad cerebral predominante en el área que representaba la pierna natural, un hallazgo inesperado que validó aún más el prototipo.
Para mejorar el AMPET, los investigadores planean incorporar un sistema de seguimiento de movimiento y ampliar el tamaño del casco para cubrir una mayor área del cerebro. Además, el dispositivo podría ser útil para estudiar comportamientos humanos y actividades que implican movimiento natural, como gestos y equilibrio, proporcionando una visión más completa de las estructuras profundas del cerebro.
Brefczynski-Lewis y su equipo prevén que el AMPET podría utilizarse para monitorear la actividad cerebral y ofrecer tratamiento a personas con PTSD, estudiar la meditación consciente e integrarse con tecnologías de realidad virtual. Este avance abre un nuevo campo de investigación en neuroimagen, permitiendo estudiar cómo interactuamos con el mundo y con los demás de una manera más natural.