Esta innovadora técnica implica recolectar células que los fetos desprenden de forma natural en el útero durante el embarazo y utilizarlas para cultivar miniórganos en el laboratorio. Estos miniórganos, denominados organoides, pueden ayudar a los científicos a estudiar el desarrollo humano temprano y a comprender mejor diversas condiciones médicas. Además, se espera que esta tecnología tenga aplicaciones en la investigación de enfermedades, el desarrollo de fármacos y la medicina personalizada. Sin duda, este avance representa un emocionante paso adelante en la búsqueda de soluciones innovadoras para mejorar la salud y el bienestar de las personas.
En un hito científico revolucionario, investigadores han logrado cultivar mini-órganos utilizando células liberadas por fetos en el útero. Este desarrollo, publicado recientemente en Nature Medicine, promete proporcionar una nueva comprensión de la evolución humana durante las etapas avanzadas del embarazo.
El equipo, liderado por el Dr. Mattia Gerli, investigador de células madre en el University College London (UCL), junto con el Prof. Paolo de Coppi, cirujano fetal en el Great Ormond Street Institute of Child Health, ha creado estos tejidos tridimensionales, conocidos como organoides, a partir de células de pulmón, riñón e intestino obtenidas del líquido amniótico. Este fluido rodea y protege al feto dentro del útero.
Este es el primer caso documentado de organoides generados a partir de células no tratadas encontradas en el líquido amniótico, abriendo caminos hacia perspectivas sin precedentes sobre las causas y la progresión de malformaciones, que afectan al 3-6% de los bebés a nivel mundial.
Los organoides fetales, con menos de un milímetro de ancho, permitirían a los científicos estudiar el desarrollo fetal dentro del útero en condiciones de salud y enfermedad, una posibilidad hasta ahora inexplorada. La capacidad de crear estos organoides meses antes del nacimiento del bebé podría conducir a intervenciones más personalizadas, ayudando a los médicos a diagnosticar defectos y determinar los tratamientos más efectivos.
Los organoides son agrupaciones celulares que imitan en mayor o menor medida las características y funciones de tejidos y órganos más grandes. Son herramientas valiosas para investigar el crecimiento y envejecimiento de órganos, la progresión de enfermedades y la eficacia de posibles tratamientos.
Hasta ahora, la mayoría de los organoides se han creado a partir de tejido adulto, pero ha habido avances recientes en la generación de estos a partir de células fetales. Los casos más sensibles éticamente involucraron tejidos recogidos de fetos después de abortos, mientras que otros organoides se han desarrollado reprogramando células a un estado más similar al embrionario.
El estudio se basó en el análisis del líquido amniótico tomado de 12 mujeres embarazadas durante pruebas diagnósticas de rutina. Aunque la mayoría de las células en este líquido estaban muertas, una fracción mínima resultó ser células madre capaces de formar los pulmones, riñones e intestinos del bebé. Estas células pudieron ser cultivadas en organoides tridimensionales.
Para demostrar la aplicabilidad de esta investigación, el equipo generó organoides pulmonares de bebés no nacidos con hernia diafragmática congénita (CDH). Los bebés con CDH tienen una abertura en el diafragma que permite que los órganos abdominales obstruyan el crecimiento pulmonar. La comparación de los organoides antes y después del tratamiento mostró diferencias significativas en su desarrollo, evidenciando el beneficio del tratamiento.
Este enfoque también podría aplicarse al estudio de otras condiciones congénitas, como la fibrosis quística y malformaciones en riñones e intestinos, posibilitando la prueba de fármacos en los organoides antes de administrarlos a los bebés.
Roger Sturmey, profesor de medicina reproductiva en la Universidad de Hull, destacó que este avance permite a los científicos estudiar el desarrollo y funcionamiento de órganos clave en bebés no nacidos sin necesidad de tejidos donados después de un aborto, pudiendo incluso revelar los orígenes tempranos de enfermedades adultas por anomalías en células fetales.
Este descubrimiento no solo abre nuevas vías para la comprensión del desarrollo fetal y el diagnóstico prenatal, sino que también marca un paso significativo hacia intervenciones médicas más informadas y personalizadas, ofreciendo esperanza para el tratamiento de malformaciones congénitas antes del nacimiento.