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Un reciente estudio de la Universidad de Chicago advierte que los avances en inteligencia artificial podrían permitir a las élites políticas diseñar deliberadamente sociedades polarizadas, transformando la división social de un fenómeno emergente en una herramienta estratégica de gobernanza.

El poder de persuadir a bajo coste

Tradicionalmente, moldear la opinión pública ha sido costoso y lento. Los gobiernos y partidos políticos han dependido de instrumentos como sistemas educativos, medios de comunicación masivos y campañas de propaganda para inclinar las preferencias ciudadanas. Sin embargo, la difusión de modelos de IA generativa y sistemas de personalización masiva está cambiando radicalmente esta ecuación.

«La IA permite generar, probar y personalizar contenido persuasivo a escala, en tiempo real y con un coste marginal muy bajo», explica Nadav Kunievsky, investigador del Knowledge Lab de la Universidad de Chicago y autor del estudio publicado en arXiv. «Las preferencias públicas dejan de ser una restricción fija y se convierten en una variable de elección para las élites».

La polarización como estrategia de flexibilidad

El modelo desarrollado por Kunievsky plantea un escenario en el que las élites políticas, enfrentadas a la incertidumbre sobre cuáles serán las políticas óptimas en el futuro, encuentran ventajoso mantener a la sociedad dividida cerca del umbral del 50%. Esta polarización estratégica no es valiosa en sí misma, sino que funciona como un «seguro» ante cambios futuros: una sociedad dividida es más fácil y barata de reorientar cuando las prioridades políticas cambian.

Resultados clave del modelo

El estudio identifica tres hallazgos fundamentales:

1. Atracción hacia la polarización máxima: Cuando una única élite gobierna con capacidad de moldear opiniones, el sistema tiende hacia configuraciones cada vez más polarizadas. Una sociedad dividida minimiza los costes de ajustar el apoyo público ante cambios en las políticas deseadas.

2. Aceleración con mejores tecnologías: A medida que disminuyen los costes de persuasión —gracias a modelos de lenguaje avanzados, microtargeting algorítmico y generación automatizada de contenido— las élites mueven más rápidamente a la sociedad hacia equilibrios divididos.

3. Competencia entre élites puede revertir la dinámica: Cuando dos élites opuestas alternan en el poder, la dinámica cambia. Cada líder enfrenta un dilema: la polarización ofrece flexibilidad, pero también facilita que el rival recupere el control. Esto genera incentivos para crear «regiones de bloqueo» que fomentan cohesión social y dificultan que el oponente implemente políticas contrarias.

De las campañas tradicionales a la manipulación algorítmica

Históricamente, influir en la opinión pública requería infraestructura extensa: redes de difusión, mensajería coordinada y costosas operaciones sobre el terreno. La IA elimina estas barreras técnicas mediante:

  • Generación de contenido personalizado adaptado a las características psicológicas individuales
  • Pruebas A/B masivas para identificar los mensajes más persuasivos
  • Adaptación en tiempo real basada en respuestas del público
  • Escalabilidad sin precedentes que permite alcanzar a millones simultáneamente

Investigaciones recientes sobre persuasión basada en modelos de lenguaje demuestran la efectividad de estas técnicas, con estudios que muestran cómo los LLM pueden generar mensajes más persuasivos que personas incentivadas para convencer.

Implicaciones para la democracia

El trabajo plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro de las democracias cuando las herramientas para moldear preferencias se vuelven ubicuas y económicas. Aunque el modelo abstrae los costes sociales documentados de la polarización —como la erosión de la cohesión social, el aumento de la violencia política y la reducción de la capacidad para resolver problemas colectivos— revela un mecanismo preocupante: las instituciones diseñadas para restringir el poder mediante reglas de mayoría podrían, paradójicamente, crear condiciones bajo las cuales la polarización se vuelve óptima desde la perspectiva de las élites.

Un punto de inflexión democrático

«El auge de las tecnologías de persuasión impulsadas por IA marca una coyuntura crítica para la gobernanza democrática», advierte Kunievsky. «La pregunta no es si las élites adoptarán estas tecnologías de persuasión más baratas, sino si nuestra arquitectura institucional puede canalizar su uso hacia fines socialmente beneficiosos».

El estudio sugiere que comprender cómo estas herramientas interactúan con los incentivos de las élites —y las condiciones bajo las cuales sus efectos pueden limitarse— es esencial para garantizar que los avances en IA fortalezcan, en lugar de desestabilizar, las instituciones democráticas.

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