La Unión Europea acaba de anunciar planes revolucionarios para prohibir que las plataformas de redes sociales proporcionen incentivos financieros o materiales para el kidfluencing, una medida que podría transformar radicalmente la industria de los influencers infantiles valorada en miles de millones de dólares.
El mercado millonario que preocupa a los legisladores
Con estimaciones que indican que el mercado de influencers crecerá de 31 mil millones de dólares estadounidenses a más de 120 mil millones en los próximos cinco años, los gobiernos están respondiendo a las crecientes demandas de regulación para proteger a los kidfluencers.
Los principales kidfluencers del mundo ganan millones al año, lo que ha llevado a los líderes del parlamento europeo a preocuparse por que el atractivo de los lucrativos acuerdos de patrocinio pueda tentar a algunos padres a presionar a sus hijos para que actúen constantemente frente a cámaras caseras.
La propuesta integral de la UE
La propuesta de la UE incluye seguir el ejemplo de Australia al prohibir a los niños menores de 16 años tener cualquier cuenta de redes sociales sin consentimiento paternal, y no permitir cuentas en absoluto para niños menores de 13 años.
Voces de la industria: «La regulación es bienvenida»
Samuel Dahan, profesor asociado de la Facultad de Derecho de Queen’s University, es contundente: «La regulación es definitivamente bienvenida. Debería haber estado sucediendo hace 10 años».
Rossana Burgos, mejor conocida como Mama Bee de The Bee Family, una familia de influencers de Thornhill, Ontario, que comenzó en las redes sociales en 2013, también apoya la regulación: «Debería haber reglas y leyes».
La experiencia de The Bee Family
En pocos años de hacer videos con su esposo e hijos, Burgos cuenta que las asociaciones con marcas desde Disney hasta Walmart les permitieron dejar sus trabajos y ganarse bien la vida produciendo contenido. Crucialmente, dice que nunca presionaron a los niños para actuar, y los videos se grababan después de la escuela y actividades.
La familia también creó una empresa donde cada miembro posee el 25% y comparte los ingresos por igual. Hoy, sus hijos son adultos tratando de iniciar carreras como músicos.
El debate: ¿Es la prohibición la mejor solución?
Karim S. Leduc, CEO de Dulcedo, una agencia de talentos con sede en Montreal que maneja más de 1,000 clientes, apoya firmemente la prohibición: «Creo que debería prohibirse. Las marcas están dispuestas a pagar decenas de miles de dólares. ¿Quién puede decir que un padre que lucha con las finanzas no vería eso como una oportunidad bienvenida para ganar ese dinero extra, y sacrificaría el bienestar de su hijo?»
Sin embargo, Kara Brisson-Boivin, Directora de Investigación de Media Smarts, ve otra perspectiva: aunque una prohibición «protegería a los niños de ser utilizados para desarrollar o generar ingresos de diversas maneras», también señala que «no queremos sofocar o limitar la creatividad infantil, o limitar la autonomía de los niños».
Desafíos legales y técnicos
Dahan plantea problemas significativos sobre una prohibición de kidfluencers, que considera demasiado ambiciosa:
- «El hecho de que el lugar de trabajo sea el hogar lo hace muy, muy complejo desde el punto de vista del cumplimiento»
- La identificación automática del contenido también podría ser desafiante
- Existe la cuestión de «qué constituye realmente un niño influencer»
Alternativas que Canadá podría considerar
Mientras la UE considera prohibir el kidfluencing y Minnesota ya lo ha hecho para niños menores de 14, existen otras opciones:
El modelo francés
En 2020, Francia cambió sus leyes laborales para dar a los kidfluencers la misma protección que los actores o modelos infantiles menores de 16 años, que incluye:
- Horas de trabajo limitadas
- La mayoría de sus ganancias mantenidas en fideicomiso hasta los 18 años
- Permiso gubernamental requerido para grabar a un kidfluencer para una publicación patrocinada
Estados Unidos
Illinois, California y Utah han creado leyes para asegurar que los padres guarden el dinero que ganan los kidfluencers hasta que se conviertan en adultos.
Canadá: sin leyes específicas
Canadá no tiene leyes específicas sobre kidfluencers, y la Ley de Daños en Línea presentada por el gobierno federal en 2024 no los cubrió. (No fue aprobada debido a la convocatoria de elecciones.)
Para Leduc, tratarlos como actores infantiles «sería un gran primer paso en la dirección correcta para protegerlos de la sobre-explotación».
El efecto Bruselas y el futuro global
Si la ley de la UE es aprobada, podría obligar a otros países y empresas a hacer cambios. Como explica Dahan: «La regulación digital de la UE tiende a dar forma a los estándares globales».
Al igual que Apple abandonó el puerto lightning para sus dispositivos en todo el mundo después de una ley de la UE que requería un conector de carga estandarizado, las plataformas en línea podrían elegir tener un estándar común para kidfluencers o acceso a redes sociales para niños en todo el mundo.
«Eso es lo que llamamos el efecto Bruselas», concluye Dahan.
La propuesta europea representa un punto de inflexión potencial en la regulación de contenido infantil en línea, con implicaciones que podrían extenderse mucho más allá de las fronteras de la UE y redefinir cómo protegemos a los niños en la era digital.










