Nicolas Guillou, magistrado de la Corte Penal Internacional, describe su experiencia como un «viaje en el tiempo digital» a los años 90
La soberanía digital ha sido muy discutida en Europa en las últimas semanas, más recientemente durante una cumbre franco-alemana en Berlín. La extensión de la dependencia de Estados Unidos en el sector digital está siendo experimentada actualmente por un juez francés. Nicolas Guillou, uno de los seis jueces y tres fiscales de la Corte Penal Internacional (CPI), fue sancionado por Estados Unidos en agosto. Describió su situación actual como un viaje en el tiempo digital de regreso a los años 90, antes de la era de internet, en una entrevista reciente.
Las sanciones derivadas de las órdenes de arresto contra Netanyahu
La razón de las sanciones estadounidenses son las órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Yoav Gallant. Fueron acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en el contexto de la destrucción de la Franja de Gaza. Estados Unidos condenó esta decisión del tribunal, tras lo cual el Departamento del Tesoro estadounidense sancionó a seis jueces y tres fiscales.
Excluido digitalmente de casi todo
En la vida diaria de Guillou, esto significa que está excluido de la vida digital y de mucho de lo que se considera estándar hoy en día, según relató al periódico francés Le Monde. Todas sus cuentas con empresas estadounidenses como Amazon, Airbnb o PayPal fueron cerradas inmediatamente por los proveedores. Las reservas en línea, como a través de Expedia, se cancelan inmediatamente, incluso si se refieren a hoteles en Francia. La participación en el comercio electrónico también ya no es prácticamente posible para él, ya que las empresas estadounidenses siempre juegan un papel de una forma u otra, y tienen estrictamente prohibido entrar en cualquier relación comercial con individuos sancionados.
También describe como drástico el impacto en la participación en la banca. Los sistemas de pago están bloqueados para él, ya que empresas estadounidenses como American Express, Visa y Mastercard tienen un monopolio virtual en Europa. También describe el resto de la banca como severamente restringida. Por ejemplo, cuentas con bancos no estadounidenses también han sido parcialmente cerradas. Las transacciones en dólares estadounidenses o a través de conversiones de dólares le están prohibidas.
El juez pide que la UE bloquee las sanciones
El caso de Guillou muestra cuán fuerte es la influencia de Estados Unidos en el sector tecnológico y cuán pocas opciones tiene para eludirla. Y esto en un momento en que una cuenta con una empresa tecnológica estadounidense se considera algo natural en más y más lugares.
El juez francés aboga por que Europa gane más soberanía en los sectores digital y bancario. Sin esta soberanía, no se puede garantizar el estado de derecho, advierte. Al mismo tiempo, hace un llamado a la UE para que active una regulación de bloqueo existente (Regulación (CE) No 2271/96) para la Corte Penal Internacional, que impide que terceros países como Estados Unidos hagan cumplir sanciones en la UE. Las empresas de la UE ya no podrían cumplir con las sanciones estadounidenses si violan los intereses de la UE. Las empresas que violen esto serían entonces responsables por daños.
Un caso que expone la dependencia digital europea
La experiencia de Guillou ilustra de manera dramática cómo la dependencia de la infraestructura digital estadounidense puede afectar incluso a funcionarios judiciales internacionales. Su situación plantea serias preguntas sobre la autonomía europea en el ámbito digital y la necesidad de desarrollar alternativas independientes a los servicios tecnológicos dominados por empresas estadounidenses.











