El reconocido científico informático y premio Nobel Geoffrey Hinton redobló sus advertencias sobre el impacto de la inteligencia artificial en el mercado laboral y el papel de las empresas que lideran esta transformación tecnológica.

Durante una entrevista con Bloomberg TV’s Wall Street Week el viernes pasado, Hinton explicó que la forma más evidente de monetizar las inversiones en IA, además de cobrar tarifas por el uso de chatbots, es reemplazar trabajadores con algo más económico.

El futuro del empleo según el «padrino de la IA»

Hinton, cuyo trabajo le ha valido un premio Nobel y el apodo de «padrino de la IA», señaló que aunque algunos economistas argumentan que las tecnologías disruptivas previas crearon empleos al mismo tiempo que los destruyeron, no está claro que la IA haga lo mismo.

«Creo que las grandes empresas están apostando a que causará un reemplazo masivo de empleos por IA, porque ahí es donde estará el gran dinero», advirtió.

Las cifras respaldan esta preocupación. Solo cuatro gigantes tecnológicos conocidos como «hiperscalers de IA» —Microsoft, Meta, Alphabet y Amazon— están destinados a aumentar sus gastos de capital a 420 mil millones de dólares el próximo año fiscal, desde los 360 mil millones de este año, según Bloomberg.

Paralelamente, OpenAI ha anunciado un total de 1 billón de dólares en acuerdos de infraestructura en las últimas semanas con empresas del ecosistema de IA como Nvidia, Broadcom y Oracle.

¿Pueden las inversiones ser rentables sin destruir empleos?

Cuando se le preguntó si tales inversiones pueden ser rentables sin destruir empleos, Hinton fue categórico: «Creo que no puede ser así. Creo que para ganar dinero van a tener que reemplazar el trabajo humano».

Estas declaraciones hacen eco de lo que expresó en septiembre, cuando dijo al Financial Times que la IA «creará desempleo masivo y un enorme aumento en las ganancias», atribuyéndolo al sistema capitalista.

Evidencia del impacto en el empleo

La evidencia se está acumulando de que la IA está reduciendo las oportunidades laborales, especialmente a nivel de entrada. Un análisis de ofertas de trabajo desde que OpenAI lanzó ChatGPT muestra que se desplomaron aproximadamente un 30%.

Esta semana, Amazon anunció 14,000 despidos, en gran parte en mandos intermedios. Aunque el CEO Andy Jassy dijo que la decisión se debió a «cultura» y no a IA, un memorándum que envió en junio predecía una fuerza laboral corporativa más pequeña «a medida que obtengamos ganancias de eficiencia usando IA extensivamente en toda la empresa».

Un arma de doble filo

A pesar del potencial impacto negativo para los trabajadores, Hinton también reconoce los beneficios de la IA. Cuando se le preguntó si regresaría en el tiempo para detener el desarrollo de la IA, hizo una pausa y dijo que no lo sabe.

«No es como las armas nucleares, que solo son buenas para cosas malas», explicó. «Es una decisión difícil porque puede hacer un bien tremendo en atención médica y educación. Hará un bien tremendo, y de hecho, si piensas en ello aumentando la productividad en muchas, muchas industrias, eso debería ser bueno».

El problema no es la tecnología, sino la organización social

Para Hinton, el problema fundamental no se debe a la IA en sí misma, sino «a cómo organizamos la sociedad». Esta perspectiva sugiere que el impacto de la inteligencia artificial dependerá en gran medida de las decisiones políticas y económicas que tomen los gobiernos y las empresas en los próximos años.

Las advertencias del «padrino de la IA» llegan en un momento crucial, cuando las inversiones tecnológicas alcanzan niveles sin precedentes y el debate sobre el futuro del trabajo se intensifica globalmente.

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