¿Por qué los músicos siguen abandonando Spotify? Una nueva ola de protestas sacude la plataforma de streaming
En los últimos meses, una serie de bandas han tomado una decisión drástica: retirar toda su música de Spotify, la plataforma de streaming más grande del mundo. Este éxodo musical, que comenzó en junio y continúa hasta septiembre, ha puesto en el centro del debate las inversiones controvertidas del CEO de Spotify y el futuro de la industria musical.
El inicio de la rebelión musical
Todo comenzó en junio cuando la banda de rock indie Deerhoof anunció su salida de Spotify. En cuestión de semanas, grupos reconocidos como Xiu Xiu, King Gizzard & the Lizard Wizard y Hotline TNT siguieron el mismo camino. La ola de protestas continuó creciendo, sumándose recientemente The Mynabirds, WU LYF, Kadhja Bonet y Young Widows.
¿Qué motiva a estos artistas, muchos de ellos independientes, a abandonar una plataforma con casi 700 millones de usuarios?
Las inversiones militares que encienden la controversia
El punto de quiebre para estos músicos son las conexiones del CEO de Spotify, Daniel Ek, con Helsing, una empresa alemana de inteligencia artificial dedicada a la defensa militar. Esta compañía tiene como misión «alcanzar el liderazgo tecnológico para que las sociedades democráticas sean libres de tomar decisiones soberanas y controlar sus estándares éticos».
En 2021, la firma de capital de riesgo de Ek, Prima Materia, invirtió más de 100 millones de dólares en Helsing. Este pasado junio, Prima Materia recaudó más de 700 millones de dólares adicionales para la startup, donde Ek ahora también ejerce como presidente.
Lo más alarmante para los artistas es que Ek declaró al Financial Times que Prima Materia está «redoblando» sus inversiones, especialmente considerando el papel que la IA juega en la guerra de Rusia contra Ucrania. Helsing ahora produce sus propios drones, aviones y submarinos.
Voces de protesta desde el mundo musical
Deerhoof fue contundente en su declaración: *»No queremos que nuestra música mate gente. No queremos que nuestro éxito esté vinculado a tecnología de batalla con IA. Deerhoof es una operación pequeña familiar, y sabemos cuándo es suficiente. No somos capitalistas y no deseamos conquistar el mundo. Especialmente si el precio de la ‘descubribilidad’ es permitir que los oligarcas llenen el mundo de armamento computarizado, vamos a rechazar los supuestos beneficios.»
Más allá de las armas: problemas estructurales del streaming
Para muchos artistas, las inversiones militares de Ek son solo la punta del iceberg. Jamie Stewart de Xiu Xiu expresó sus preocupaciones más amplias: «La calidad del sonido es horrible. La naturaleza desechable de la música se ha vuelto casi culturalmente endémica, y luego obviamente el aspecto financiero es una broma. No ha hecho nada bueno por las bandas. Ha hecho cosas buenas para sí mismo.»
Los números detrás de la controversia
Aunque Spotify reporta haber pagado 10 mil millones de dólares a la industria musical en 2024 (más que cualquier otro servicio de streaming), la realidad para muchos artistas es diferente. Una encuesta de 2024 de MusiCares encontró que el 69% de los músicos no pueden cubrir sus gastos trabajando solo en música.
Stewart de Xiu Xiu reconoce el impacto financiero: «No ganamos mucho dinero para empezar, pero es lo suficiente como para que sea una cantidad notable que ya no estaremos haciendo. No va a hacer ninguna diferencia para Spotify. Pero es una forma muy, muy pequeña de enfrentarse a lo que se han convertido las empresas tecnológicas.»
En busca de alternativas: el renacimiento de la propiedad musical
Los artistas que abandonan Spotify están explorando modelos alternativos que priorizan la propiedad sobre el alquiler. Will Anderson de Hotline TNT organizó una transmisión en vivo de 24 horas que resultó en la venta de más de 300 copias de su último álbum en Bandcamp, generando más ganancias en un día que meses de reproducciones en Spotify.
El modelo de Caroline Rose: vuelta a lo especial
Caroline Rose adoptó un enfoque radical con su álbum year of the slug: no está disponible en ninguna plataforma de streaming, solo se puede comprar en Bandcamp o directamente en sus conciertos. «Extraño esa sensación de que algo era especial, de que había una cantidad limitada de ello», explica Rose.
Este modelo resultó ser su disco más rentable hasta la fecha, precisamente porque es el único que posee completamente.
Precedentes de resistencia en Spotify
Esta no es la primera vez que artistas abandonan Spotify en protesta:
- 2013: Thom Yorke retiró sus álbumes solistas por los bajos pagos de regalías
- 2014: Taylor Swift escribió un editorial argumentando que «la música no debería ser gratuita»
- 2022: Neil Young y Joni Mitchell dejaron la plataforma por la relación exclusiva con Joe Rogan y la desinformación sobre COVID-19
Sin embargo, esta nueva ola de protestas marca un punto de inflexión diferente, combinando preocupaciones éticas, financieras y artísticas.
El futuro de la música independiente
Kadhja Bonet representa la postura más radical: después de negociar una salida temprana de su sello discográfico anterior, anunció que todas sus futuras publicaciones no estarán disponibles en Spotify, Apple, Deezer, Amazon o YouTube. En su lugar, recomienda plataformas alternativas como Qobuz y Bandcamp.
«Damos poder a estos gigantes tecnológicos proporcionándoles todas nuestras mejores ideas y dirigiendo el negocio hacia ellos», escribió Bonet. «Pongo mucho pensamiento y amor en la música que hago, así que es justo poner el mismo pensamiento en la forma en que se entrega.»
¿Un cambio de paradigma?
Aunque estos artistas reconocen las limitaciones de abandonar Spotify —especialmente en términos de descubrimiento por nuevos oyentes—, muchos encuentran la experiencia «extremadamente satisfactoria». Rose reflexiona: «Quiero una carrera de calidad más que cualquier cosa cuantificable. No quiero ser acosada por estadísticas y dinero y cuántas entradas estoy vendiendo. Para mí, esa no es una vida de calidad.»
Esta nueva ola de resistencia plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la música: ¿Pueden los artistas sobrevivir financieramente fuera de las grandes plataformas? ¿Está la industria musical lista para un cambio hacia modelos más centrados en el artista?
Lo que está claro es que estos músicos están dispuestos a sacrificar alcance masivo por principios éticos y control creativo, marcando potencialmente el inicio de una revolución silenciosa en la industria musical digital.