El deslumbrante «RBFLOAT» originado en una galaxia cercana ofrece la vista más clara hasta ahora del entorno que rodea estos misteriosos destellos
Un equipo internacional de científicos, incluyendo físicos del MIT, ha detectado un destello de radio rápido (FRB, por sus siglas en inglés) ultrabrillante y cercano, ubicado a unos 130 millones de años luz de la Tierra en la constelación de la Osa Mayor. Se trata de uno de los FRB más cercanos detectados hasta la fecha y también del más brillante de la historia, tan intenso que ha recibido el apodo informal de RBFLOAT (radio brightest flash of all time, «destello de radio más brillante de todos los tiempos»).
¿Qué son los fast radio bursts?
Un fast radio burst es un destello inmense de emisión de radio que dura apenas unos milisegundos, durante el cual puede superar momentáneamente en brillo a cualquier otra fuente de radio en su galaxia. Estas erupciones pueden ser tan intensas que su luz se puede ver desde la mitad del universo, a varios miles de millones de años luz de distancia.
Las fuentes de estas señales breves y deslumbrantes son desconocidas. Pero los científicos ahora tienen la oportunidad de estudiar un FRB con un detalle sin precedentes gracias a la proximidad y el brillo excepcional de este nuevo descubrimiento.
«Cosmológicamente hablando, este fast radio burst está justo en nuestro vecindario», dice Kiyoshi Masui, profesor asociado de física y afiliado del Instituto Kavli para Astrofísica e Investigación Espacial del MIT. «Esto significa que tenemos esta oportunidad de estudiar un FRB bastante normal con un detalle exquisito».
La precisión del sistema CHIME
La claridad de esta nueva detección se debe a una actualización significativa del Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment (CHIME), una gran matriz de antenas en forma de media tubería ubicada en Columbia Británica. CHIME fue originalmente diseñado para detectar y mapear la distribución de hidrógeno en todo el universo, pero el telescopio también es sensible a emisiones de radio ultrarrápidas y brillantes.
Desde que comenzó las observaciones en 2018, CHIME ha detectado aproximadamente 4,000 fast radio bursts de todas las partes del cielo. Sin embargo, el telescopio no había podido localizar con precisión la ubicación de cada destello hasta ahora.
Los CHIME Outriggers: precision continental
CHIME recientemente recibió un impulso significativo en precisión con los CHIME Outriggers: tres versiones miniaturizadas de CHIME, cada una ubicada en diferentes partes de América del Norte. Juntos, los telescopios funcionan como un sistema del tamaño de un continente que puede enfocarse en cualquier destello brillante que CHIME detecte, determinando su ubicación en el cielo con precisión extrema.
«Imaginen que estamos en Nueva York y hay una luciérnaga en Florida que brilla durante una milésima de segundo, que es qué tan rápidos suelen ser los FRB», explica Shion Andrew, estudiante de posgrado del MIT Kavli. «Localizar un FRB a una parte específica de su galaxia anfitriona es análogo a descifrar no solo de qué árbol provino la luciérnaga, sino en qué rama está posada».
El descubrimiento de RBFLOAT
El nuevo fast radio burst es la primera detección realizada usando la combinación de CHIME y los CHIME Outriggers completados. Juntos, la matriz de telescopios identificó el FRB y determinó no solo la galaxia específica, sino también la región de la galaxia de donde se originó el destello.
El 16 de marzo de 2025, CHIME detectó un destello ultrabrillante de emisiones de radio, que automáticamente activó a los CHIME Outriggers para grabar los datos. Inicialmente, el destello era tan brillante que los astrónomos no estaban seguros de si se trataba de un FRB o simplemente un evento terrestre causado, por ejemplo, por una ráfaga de comunicaciones celulares.
Ubicación precisa en NGC4141
Esa noción fue descartada cuando los telescopios CHIME Outrigger se enfocaron en el destello y determinaron su ubicación en NGC4141, una galaxia espiral en la constelación Ursa Major a unos 130 millones de años luz de distancia, que resulta estar sorprendentemente cerca de nuestra propia Vía Láctea.
Las observaciones de seguimiento en la misma región revelaron que el destello provino del borde mismo de una región activa de formación estelar. Aunque sigue siendo un misterio qué fuente podría producir FRBs, la hipótesis principal de los científicos apunta a los magnetars: estrellas de neutrones jóvenes con campos magnéticos extremadamente poderosos que pueden generar erupciones de alta energía en todo el espectro electromagnético, incluyendo la banda de radio.
Pistas sobre la edad del magnetar
Los físicos sospechan que los magnetars se encuentran en el centro de las regiones de formación estelar, donde se forjan las estrellas más jóvenes y activas. La ubicación del nuevo FRB, justo fuera de una región de formación estelar en su galaxia, puede sugerir que la fuente del destello es un magnetar ligeramente más viejo.
«Son principalmente pistas», dice Masui. «Pero la localización precisa de este destello nos está permitiendo profundizar en los detalles de qué tan viejo podría ser una fuente de FRB. Si estuviera justo en el medio, solo tendría miles de años de edad, muy joven para una estrella. Este, al estar en el borde, puede haber tenido un poco más de tiempo para ‘cocinarse'».
Un destello único: sin repeticiones
Además de determinar dónde estaba el nuevo FRB en el cielo, los científicos también revisaron los datos de CHIME para ver si habían ocurrido destellos similares en la misma región en el pasado. Desde que se descubrió el primer FRB en 2007, los astrónomos han detectado más de 4,000 destellos de radio. La mayoría de estos destellos son únicos, pero algunos pocos por ciento se han observado repetirse, destellando de vez en cuando.
Los científicos revisaron los seis años de datos de CHIME y no encontraron nada: este nuevo FRB parece ser único, al menos en los últimos seis años. Los hallazgos son particularmente emocionantes, dada la proximidad del destello.
«Ahora estamos en medio de esta historia sobre si los FRB repetitivos y no repetitivos son diferentes. Estas observaciones están juntando pedazos del rompecabezas», dice Masui.
Hacia una mayor comprensión
«Hay evidencia que sugiere que no todos los progenitores de FRB son iguales», añade Andrew. «Estamos en camino de localizar cientos de FRBs cada año. La esperanza es que una muestra más grande de FRBs localizados en sus ambientes anfitriones pueda ayudar a revelar la diversidad completa de estas poblaciones».
El brillo y proximidad de RBFLOAT están dando a los científicos la mirada más cercana hasta ahora a los FRB y los entornos de los cuales emergen. Esta detección marca un hito importante en la comprensión de estos fenómenos cósmicos misteriosos y promete revelar nuevos secretos sobre el universo.