El país que más ha justificado el genocidio israelí en Occidente ahora quiere hacerlo con IA
Alemania se ha convertido en uno de los países occidentales más activos en la justificación del genocidio israelí en Palestina. Ahora, el gobierno alemán está desarrollando herramientas de inteligencia artificial para silenciar sistemáticamente las voces pro-palestinas en línea, bajo el pretexto de combatir el antisemitismo.
El caso Albanese: censura académica bajo presión política
En febrero pasado, la Relatora Especial de las Naciones Unidas Francesca Albanese estaba programada para dar una conferencia junto con el fundador de Forensic Architecture, Eyal Weizman, en la Universidad Libre de Berlín. Sin embargo, la institución enfrentó presión política del embajador israelí Ron Prosor y del alcalde conservador de Berlín, Kai Wegner, quienes exigieron que la dirección universitaria «cancelara el evento inmediatamente y enviara un mensaje claro contra el antisemitismo.»
La universidad cedió a la presión y canceló la charla, citando vagamente «preocupaciones de seguridad». El periódico de izquierda Junge Welt finalmente ofreció sus espacios editoriales como sede alternativa.
El evento se llevó a cabo bajo intimidación policial masiva: doscientos oficiales armados y antidisturbios rodearon el edificio, con presencia policial adicional en las oficinas del periódico para asegurar que no se cometiera ningún «crimen de pensamiento».
Los «expertos» en antisemitismo y la construcción del consenso
Los medios alemanes establecidos, especialmente las emisoras públicas, se refieren habitualmente a «expertos» en antisemitismo en forma de académicos o comisionados gubernamentales contra el antisemitismo. Son presentados como testigos independientes fuera del discurso político o incluso del debate académico. Sus evaluaciones —o más bien, sus acusaciones de antisemitismo— se presentan como hechos científicos objetivos, que no deben ser cuestionados.
Un ejemplo claro es una entrevista del periódico berlinés Tagesspiegel con el lingüista y académico especializado en antisemitismo Matthias J. Becker tras la cancelación de la charla de Albanese. En ella, acusa a Albanese de comparar las políticas de Israel en Palestina con las del régimen nazi y alega que no condenó los ataques del 7 de octubre.
Mientras que esta última acusación es simplemente falsa (Albanese sí denunció los ataques a civiles), la primera afirmación se hace sin evidencia. La acusación más estridente, sin embargo, es que Albanese está proyectando la «libelo de sangre» sobre Israel, refiriéndose a una calumnia antisemita medieval que acusaba a los judíos del asesinato ritual de niños cristianos.
El proyecto «Decoding Antisemitism»: IA para la censura
Becker fue consultado por el Tagesspiegel debido a su afiliación con el proyecto Decoding Antisemitism en el Centro de Investigación sobre Antisemitismo de la Universidad Técnica de Berlín, que dirigió desde 2019 hasta 2025. Con la ayuda de un modelo de computación de lenguaje amplio, el proyecto pretende crear «un algoritmo de IA que reconocerá automáticamente declaraciones antisemitas en comentarios web… para que las publicaciones antisemitas puedan ser eliminadas de manera más eficiente y precisa» por las plataformas en línea.
En una charla al Instituto para el Estudio del Antisemitismo Global y Política, Becker expone el enfoque político del proyecto:
«Lo que nos interesa no es tanto el antisemitismo de la derecha alternativa o las plataformas de supremacía blanca, sino la sociedad mainstream… porque el antisemitismo en los campus, el antisemitismo que viene de la izquierda, entre artistas, es en realidad el mainstream, el discurso político moderado que es un desafío en sí mismo.»
Datos sesgados: dos tercios se enfocan en Israel-Palestina
De los aproximadamente 103,000 comentarios individuales en línea que han sido recopilados para entrenar el algoritmo, dos tercios se relacionan con Palestina e Israel, mientras que un tercio se refiere a otros incidentes antisemitas cubiertos en los medios.
El conjunto de datos se divide en etiquetas de diferentes formas de supuestos antisemitismos como:
- «Analogías con el nazismo»
- Fascismo, apartheid o colonialismo
- Llamar a Israel un estado racista o terrorista
- Acusarlo de genocidio
- Referencias al movimiento BDS (Boycott, Divestment and Sanctions)
- Dar a Israel la culpa única por la situación de los palestinos
- Aplicar dobles estándares
- Negar el derecho de Israel a existir
Ejemplos absurdos de «antisemitismo»
La guía de quinientas páginas del proyecto proporciona ejemplos que revelan la naturaleza absurda de sus categorías. Bajo la etiqueta «Analogía Nazi/Analogías del Fascismo», un ejemplo de antisemitismo implícito dice: «te opones al antisemitismo y al holocausto pero no a los asesinatos de palestinos inocentes. ¡Eres una mujer de dobles estándares y una vergüenza!»
Según el glosario, esto es antisemita porque «se está estableciendo una ecuación implícita» entre Israel y la Alemania nazi. Este argumento se vuelve desconcertante considerando el ejemplo proporcionado de un comentario no antisemita: «Estudiar el Holocausto debería ser una advertencia contra todas las formas de opresión e injusticia, ya sea en el Medio Oriente o en otros conflictos.»
La criminalización de la emoción humana
El caso más flagrante se encuentra en el capítulo llamado «Libelo de Sangre/Asesinato de Niños». El argumento es que acusar a Israel de matar niños palestinos es similar a la fantasía antisemita de acusar a los judíos del asesinato ritualístico de niños cristianos.
Un ejemplo de antisemitismo explícito dice «Lo que quieres decir es que Israel bombardea niños», mientras que un ejemplo de antisemitismo implícito dice «¿¿¿Cuántos cohetes ha disparado Israel contra niños inocentes???» El ejemplo no antisemita se presenta en voz pasiva: «Nueve niños murieron en Gaza el mes pasado como resultado de ataques aéreos.»
Según el autor, esto no es antisemita porque «la declaración no sugiere ninguna acción deliberada» y «Elegir el verbo ‘murieron’ en lugar de ‘fueron asesinados/asesinados’… reduce adicionalmente el nivel de intensidad emocional.»
El concepto de «comunicación de desvío»
El proyecto se basa en el concepto de Umwegkommunikation (comunicación de desvío), desarrollado en 1986 por los sociólogos Werner Bergmann y Rainer Erb. La teoría sugiere que, como el antisemitismo se había vuelto tabú en el discurso público alemán de posguerra, las personas encontraron formas codificadas de expresar puntos de vista antisemitas.
Una de estas formas sería hablar negativamente de Israel cuando no se puede mencionar abiertamente a los judíos. Sin embargo, lo que comenzó como reflexiones teóricas que necesitaban ser rigurosamente probadas se ha transformado gradualmente en un «hecho científico no probado» utilizado por académicos alemanes del antisemitismo, zares del antisemitismo designados, cabilderos israelíes y otros supuestos.