Un reciente estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh ha revelado un innovador test de biomarcadores capaz de detectar proteínas tau en el cerebro y el líquido cefalorraquídeo mucho antes de que aparezcan los síntomas del Alzheimer. Publicado en Nature Medicine el 10 de febrero de 2025, este test puede identificar pequeñas cantidades de la proteína tau propensa a agruparse, así como sus formas patológicas mal plegadas, lo que podría revolucionar el diagnóstico precoz de esta enfermedad neurodegenerativa.
El test de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo ha demostrado correlacionarse con la gravedad del deterioro cognitivo, independientemente de otros factores como la deposición de amiloide en el cerebro. Esto abre nuevas posibilidades para el diagnóstico temprano y la intervención en las fases iniciales de la enfermedad. Aunque la patología del amiloide-beta suele preceder a las anomalías de tau en el Alzheimer, la formación de ovillos neurofibrilares de tau es un evento más definitorio, ya que se asocia más estrechamente con los cambios cognitivos observados en los pacientes.
El profesor Thomas Karikari, autor principal del estudio, destacó la importancia de la detección temprana para el éxito de las terapias contra el Alzheimer. Según Karikari, los pacientes con pocos o ningún ovillo de tau insoluble son más propensos a beneficiarse de los nuevos tratamientos. El marco diagnóstico adoptado por la Asociación de Alzheimer especifica la necesidad de la presencia combinada de tau, amiloide-beta y neurodegeneración para diagnosticar la enfermedad, lo que subraya la relevancia de este nuevo test.
El estudio también aborda las limitaciones actuales de las herramientas de detección de tau, como las exploraciones tau-PET, que aunque son precisas, son costosas y no siempre accesibles. El nuevo enfoque de Karikari y su equipo se centra en una región específica de la proteína tau, identificando sitios de fosforilación que pueden indicar la agregación temprana de tau. Estos hallazgos podrían permitir intervenciones tempranas que potencialmente reviertan el proceso patológico, ofreciendo una esperanza renovada para los pacientes en riesgo de desarrollar Alzheimer.