Electronic Arts (EA) ha comunicado que cerrará definitivamente la aplicación Origin el 17 de abril de 2025, tras 14 años de funcionamiento. La compañía está instando a sus usuarios a descargar la nueva aplicación EA, que representa un paso hacia adelante en términos de compatibilidad y rendimiento. Este cambio se debe a que Microsoft ha dejado de dar soporte a software de 32 bits, lo que obliga a los usuarios a contar con una versión de Windows 10 de 64 bits o utilizar Windows 11 para poder usar la nueva aplicación de EA.

Aunque es posible instalar una aplicación de 32 bits en Windows 11, que es exclusivamente de 64 bits, esto requiere el uso de las funciones de compatibilidad del sistema operativo. Esto puede ocasionar problemas, especialmente dado que los juegos son más complejos que las aplicaciones promedio. Además, esta transición puede ser problemática para los usuarios que no son conscientes de que están utilizando una versión de Windows 10 de 32 bits y cuyos sistemas no cuentan con TPM 2.0, un requisito de seguridad que Windows 11 no soporta oficialmente, aunque Microsoft ha permitido su instalación con ciertas limitaciones.

Para aquellos cuyos PCs son compatibles con Windows 11, la mejor opción es actualizar al nuevo sistema operativo, lo cual puede hacerse de forma gratuita o por menos de 15 euros. La nueva aplicación EA facilita la transferencia automática de cuentas y títulos de juegos. Además, si los archivos guardados están en la nube, no será necesario transferirlos manualmente al cambiar de dispositivo. Sin embargo, si esta función no está activada o si los juegos no la soportan, será necesario transferirlos manualmente para no perder el progreso.

Algunos usuarios podrían considerar cambiar a un sistema operativo Linux de 32 bits para evitar los requisitos de hardware de Windows 11. Aunque la antigua aplicación Origin no era compatible de forma nativa con Linux, existían métodos para instalarla utilizando Steam y Proton. Sin embargo, dado que EA finalizará el soporte para Origin, ya no será posible utilizarla incluso si se cambia a un sistema operativo Linux de 32 bits.

El fin del soporte de Microsoft para Windows 10 afectará a millones de usuarios que no disponen de hardware compatible, y ahora es evidente que también impactará a aplicaciones antiguas que no tienen versiones de 64 bits. Aunque no se espera que las empresas mantengan indefinidamente el soporte para software obsoleto que ya no genera ingresos, es lamentable que la naturaleza siempre conectada de estas plataformas de distribución digital deje a los usuarios que no pueden actualizar su hardware en una situación desfavorable.

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