La creciente competencia entre empresas ha impulsado la proliferación de herramientas impulsadas por inteligencia artificial (IA), pero sin un entendimiento claro de su funcionamiento y fundamentos, es fácil perderse en el ciclo de expectativas, según expertos en tecnología. En sus clases en la Universidad de Stanford, Jehangir Amjad plantea una pregunta intrigante a sus estudiantes: ¿Fue el alunizaje de 1969 un producto de la inteligencia artificial? Aunque pueda parecer ciencia ficción, comprender la historia de la IA ayuda a responder esta cuestión. Amjad, ejecutivo tecnológico y profesor de ciencias de la computación, argumenta que muchos de los algoritmos utilizados en esa misión son precursores de los que vemos hoy, subrayando la dificultad de definir qué es realmente la inteligencia artificial.
La definición amplia y la comprensión pública de la inteligencia artificial complican discernir qué es IA «real» y qué es simplemente marketing. Swapnil Shinde, CEO de Zeni, ha observado un aumento en empresas que se autodenominan «impulsadas por IA». Sin embargo, algunas de estas compañías solo utilizan la tecnología en una parte mínima de sus productos. Shinde advierte que aquellas que simplemente envuelven tecnologías existentes como ChatGPT y las presentan como productos innovadores no sobrevivirán a largo plazo, ya que no abordan problemas profundos y persistentes.
Desde principios de 2023, Theresa Fesinstine ha notado una carrera en el mundo corporativo para introducir tecnologías de IA con el fin de mantenerse competitivos. Fesinstine, fundadora de peoplepower.ai, destaca la importancia de la educación básica en IA para ayudar a las empresas a navegar en el panorama tecnológico. Algunas compañías pueden exagerar las capacidades de herramientas básicas de automatización, presentándolas como IA avanzada. Esto puede llevar a la adquisición de software de IA sin una estrategia clara para su implementación y capacitación.
La ambigüedad sobre lo que constituye IA permite que diversos productos tecnológicos se vendan bajo esa etiqueta. Ed Watal, fundador de Intellibus, señala que los sistemas de IA verdaderos utilizan algoritmos para analizar datos y tomar decisiones informadas. Sin embargo, algunos tecnólogos advierten sobre el «AI washing», donde se sobreprometen y sobrevaloran las capacidades de la IA. Aunque la IA es excelente en reconocimiento de patrones y generación de ideas basadas en contenido existente, la creatividad original sigue siendo un rasgo humano. Amjad destaca que, aunque la IA ha capturado la imaginación pública, es importante moderar las expectativas y reconocer que el ciclo de expectativas ha existido en la IA durante décadas.