La inteligencia artificial (IA) a menudo es criticada por generar información que parece factual pero que en realidad es inventada, fenómeno conocido como alucinaciones. Estas falsedades plausibles han causado problemas no solo en sesiones de chatbots, sino también en demandas judiciales y registros médicos. Un ejemplo notable ocurrió el año pasado cuando una afirmación falsa de un nuevo chatbot de Google contribuyó a una disminución estimada de 100 mil millones de dólares en el valor de mercado de la compañía.
Sin embargo, en el ámbito científico, los innovadores están descubriendo que las alucinaciones de la IA pueden ser sorprendentemente útiles. Estas máquinas inteligentes están generando una serie de irrealidades que ayudan a los científicos a rastrear el cáncer, diseñar medicamentos, inventar dispositivos médicos, descubrir fenómenos meteorológicos e incluso ganar el Premio Nobel. Amy McGovern, científica informática y directora de un instituto federal de IA, señala que aunque el público percibe estas alucinaciones como negativas, en realidad están proporcionando a los científicos nuevas ideas y oportunidades para explorar conceptos que de otro modo no habrían considerado.
La imagen pública de la ciencia suele ser de un análisis frío y metódico. Sin embargo, en las etapas iniciales del descubrimiento, el proceso puede estar lleno de intuiciones y conjeturas audaces. Paul Feyerabend, filósofo de la ciencia, describió esta fase como un «todo vale». Las alucinaciones de la IA están revitalizando este lado creativo de la ciencia, acelerando el proceso mediante el cual los científicos e inventores generan nuevas ideas y las prueban para ver si concuerdan con la realidad. Este método científico, ahora potenciado, permite que lo que antes tomaba años pueda realizarse en días, horas o incluso minutos, abriendo así nuevas fronteras de investigación.
James J. Collins, profesor del MIT, ha elogiado recientemente las alucinaciones por acelerar su investigación en nuevos antibióticos. Según Collins, están explorando y pidiendo a los modelos que propongan moléculas completamente nuevas, lo que demuestra cómo estas alucinaciones pueden ser una herramienta poderosa en la búsqueda de soluciones innovadoras en el campo científico.