La Unión Europea ha firmado un acuerdo para el desarrollo de la constelación IRIS², compuesta por 290 satélites de comunicación que operarán en órbitas media y baja. Este proyecto, que busca rivalizar con Starlink, ofrecerá conectividad segura tanto a usuarios gubernamentales como a empresas privadas y ciudadanos europeos, proporcionando internet de alta velocidad en zonas sin cobertura. El acuerdo público-privado, valorado en 10.600 millones de euros, se espera que esté operativo para el año 2030.
El consorcio SpaceRISE, liderado por operadores europeos de redes satelitales como SES, Eutelsat y Hispasat, y respaldado por subcontratistas europeos como Airbus y Deutsche Telekom, ha recibido un contrato de concesión de 12 años para desarrollar, desplegar y operar la constelación IRIS². Este nombre es un acrónimo de Infraestructura para la Resiliencia, Interconectividad y Seguridad por Satélite.
Henna Virkkunen, Vicepresidenta Ejecutiva de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia, destacó que esta innovadora constelación protegerá infraestructuras críticas, conectará las áreas más remotas y aumentará la autonomía estratégica de Europa. La colaboración con el consorcio SpaceRISE demuestra el poder de la cooperación público-privada para impulsar la innovación y ofrecer beneficios tangibles a todos los europeos.
En septiembre, la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, expresó su deseo de ver más competencia para Starlink, que ha lanzado alrededor de 7.000 satélites desde 2018. Según Rosenworcel, la economía no se beneficia de los monopolios y los mercados de comunicaciones con competencia son más fuertes, con precios más bajos y mayor innovación. El espacio no debería ser una excepción a esta regla.