La agricultura en India enfrenta desafíos crecientes, como la escasez de agua, el cambio climático, cadenas de suministro desorganizadas y dificultades para acceder al crédito. Sin embargo, herramientas impulsadas por inteligencia artificial (IA) están ayudando a los agricultores a mitigar algunas de estas incertidumbres. Harish B., un agricultor de 40 años en las afueras de Bengaluru, ha modernizado su granja familiar utilizando tecnología avanzada, incluyendo sensores de IoT y modelos predictivos proporcionados por la startup Fasal. Esta tecnología le ofrece asesoramiento personalizado sobre el riego, la aplicación de nutrientes y la prevención de plagas, lo que ha reducido significativamente el uso de pesticidas y agua en su explotación.
La creciente industria de «agritech» en India ofrece cada vez más opciones para los agricultores que buscan modernizar sus métodos. El gobierno indio ha identificado la agricultura como un área clave en su estrategia de IA, destinando aproximadamente 300 millones de dólares para proyectos de agricultura digital. Aunque la tecnología promete mejorar la eficiencia del sector agrícola, que sigue siendo ineficiente a pesar de los avances de la «revolución verde», los expertos advierten que la innovación debe implementarse con cuidado para no perjudicar a los agricultores.
A pesar de los avances tecnológicos, el sector agrícola indio enfrenta desafíos estructurales significativos. La mayoría de las explotaciones son pequeñas, lo que dificulta la inversión en equipos y servicios. Las cadenas de suministro desorganizadas y la dependencia de intermediarios reducen las ganancias de los agricultores y aumentan el desperdicio. Además, el acceso al crédito es limitado, lo que lleva a muchos agricultores a endeudarse con prestamistas informales, una situación que ha contribuido a una preocupante tasa de suicidios entre agricultores.
Empresas como Fasal están utilizando dispositivos IoT para recopilar datos sobre parámetros cruciales, como la humedad del suelo y la presión atmosférica, que luego se procesan mediante modelos de aprendizaje automático para ofrecer predicciones sobre el microclima local. Sin embargo, la adopción de estas tecnologías requiere inversiones adicionales en equipos, lo que puede ser prohibitivo para los pequeños agricultores. Las cooperativas agrícolas podrían ser una solución para compartir recursos y facilitar el acceso a estas tecnologías, aunque su implementación no siempre es sencilla.
La expansión de la infraestructura digital en India, como la cobertura 4G, ha facilitado la implementación de estas tecnologías incluso en áreas rurales remotas. Fasal ha logrado reducir el uso de agua y químicos en las granjas, aliviando la presión sobre el medio ambiente. Sin embargo, la adopción masiva de estas tecnologías sigue siendo un desafío, ya que muchos agricultores pequeños no pueden permitirse el costo de los dispositivos y el equipo necesario para aprovechar al máximo los consejos proporcionados.