Los motores a reacción representan uno de los logros más impresionantes de la ingeniería moderna. Sin embargo, según Ben Beake, director de investigación de materiales en Micro Materials, estos motores no deberían ser posibles. El aire que entra en los motores alcanza temperaturas superiores a los 1,000°C, superando el punto de fusión de los metales utilizados en su construcción. Para resolver este desafío, se aplican recubrimientos cerámicos resistentes al calor en las palas de los motores. Actualmente, los investigadores están desarrollando recubrimientos aún más fuertes que permiten a los motores operar a temperaturas más altas, lo que podría traducirse en un ahorro significativo de combustible y reducción de emisiones de CO2.

Un avión de combate despegando desde la cubierta de un portaaviones, con los motores a reacción encendidos y llamas visibles, mientras el océano se extiende en el fondo.

El poder de los recubrimientos radica en su capacidad para transformar radicalmente la funcionalidad de los materiales subyacentes. Aunque a menudo pasan desapercibidos, estos recubrimientos son esenciales para mejorar el rendimiento de máquinas de alta tecnología y proteger equipos costosos en entornos hostiles. Dr. Beake y su equipo trabajan en llevar estos recubrimientos al límite para evaluar su robustez y eficacia. A través de pruebas rigurosas, como el uso de un dispositivo «pájaro carpintero» que golpea repetidamente un recubrimiento para probar su durabilidad, Micro Materials colabora con empresas como Teer Coatings para desarrollar productos aplicables a componentes de satélites.

Además de proteger equipos espaciales, los recubrimientos también pueden prevenir problemas de salud en astronautas. En ambientes de baja gravedad, los biofilms, acumulaciones de bacterias dentro de tuberías, crecen más rápido, lo que podría afectar el suministro de agua o maquinaria en estaciones espaciales. Investigadores del MIT han desarrollado recubrimientos que hacen las superficies resbaladizas, impidiendo la formación de biofilms. Esta tecnología, probada en la Estación Espacial Internacional, mezcla un material sólido con un lubricante, creando superficies extremadamente resbaladizas.

Los recubrimientos también encuentran aplicaciones en la industria manufacturera. Por ejemplo, Nuria Espallargas y su equipo han desarrollado un recubrimiento de carburo de silicio para equipos utilizados en la fabricación de aluminio. Este recubrimiento, similar a una sartén antiadherente, evita que el aluminio fundido se adhiera al equipo, prolongando su vida útil y mejorando la calidad de los productos. Sin embargo, no siempre se comprende completamente el funcionamiento de estos recubrimientos, aunque su eficacia está comprobada comercialmente.

A pesar de sus beneficios, los recubrimientos no siempre funcionan como se espera. Andy Hopkinson, director general de Safinah Group, señala problemas actuales con sistemas de protección contra incendios en aparcamientos y recubrimientos en barcos comerciales que no evitan la adhesión de organismos marinos. La elección incorrecta de recubrimientos puede resultar en costos significativos para los propietarios de barcos. Sin embargo, los investigadores continúan explorando nuevas oportunidades para mejorar los recubrimientos y desarrollar soluciones innovadoras que mejoren el rendimiento de máquinas e infraestructuras en el futuro.

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