La pérdida de la visión central, fundamental para ver detalles, letras y rostros con claridad, afecta a millones de personas alrededor del mundo, especialmente en etapas avanzadas de la vida. Esta pérdida ocurre cuando las células receptoras de luz en los ojos se deterioran gradualmente. Sin embargo, gracias a un implante experimental desarrollado por la empresa de interfaz cerebro-computadora Science Corporation, un grupo de personas con degeneración macular avanzada ahora puede leer, resolver crucigramas e incluso jugar a las cartas, a pesar de estar clínicamente consideradas ciegas.
El implante, denominado Prima, consiste en un chip de 2 mm que se coloca quirúrgicamente bajo la retina en una operación de 80 minutos. Unas gafas con cámara capturan la información visual y la proyectan en patrones de luz infrarroja sobre el chip, que contiene 378 píxeles. Este proceso convierte la luz en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como imágenes, imitando el proceso natural de la visión.
A diferencia de dispositivos previos, como el Argus II, que sólo producía puntos de luz en el campo visual y fue retirado del mercado en 2020, el chip Prima permite ver formas y patrones. Aunque la visión restaurada no incluye colores y tiene un tono amarillento, representa un avance significativo en la tecnología de prótesis de retina al ofrecer una percepción visual más completa que la mera aparición de puntos.
El ensayo clínico inicial, realizado en personas mayores de 60 años en Reino Unido y Europa, contó con 38 voluntarios con atrofia geográfica, una forma avanzada de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) que destruye gradualmente la visión central. Los pacientes comenzaron el estudio con una agudeza visual promedio de 20/450. Tras un año, los participantes que completaron el estudio (32 en total) lograron mejorar a una agudeza promedio de 20/160, llegando algunos a alcanzar 20/63 usando las funciones de zoom del dispositivo. Sin embargo, cinco personas no experimentaron mejora alguna.
La degeneración macular es una de las principales causas de pérdida de visión en personas mayores. Se estima que alrededor de 20 millones de estadounidenses padecen DMAE, y se espera que esta cifra aumente a nivel mundial en las próximas dos décadas. Este tipo de tecnología podría representar un avance crucial para aquellos afectados por esta condición, aunque aún quedan detalles por afinar. Por ejemplo, algunos especialistas destacan que la función de zoom del Prima, aunque útil, requiere activación manual, lo cual puede interferir con una experiencia visual continua y natural.