El LunaRecycle Challenge, organizado por la NASA, es un innovador concurso con un fondo total de 3 millones de dólares destinado a impulsar el desarrollo de soluciones avanzadas para la gestión y reciclaje de residuos sólidos en misiones espaciales. Este desafío se enmarca dentro de la misión más amplia de la agencia espacial de garantizar la sostenibilidad en la exploración lunar a largo plazo.
Con la vista puesta en futuras misiones humanas a la Luna, donde los astronautas podrían pasar largos periodos de tiempo, es crucial minimizar los desechos generados y encontrar formas de procesarlos y reutilizarlos en el mismo entorno lunar. La iniciativa busca, además, trasladar estos avances al ámbito terrestre, promoviendo soluciones más eficientes y menos contaminantes para el reciclaje en nuestro planeta.
El principal objetivo del LunaRecycle Challenge es reducir los residuos sólidos en la superficie lunar durante una misión hipotética de 365 días. Los equipos participantes deben proponer soluciones innovadoras que maximicen la capacidad de reciclar una lista de materiales clave generados en dichas misiones. Además, las propuestas deben abordar cómo se puede procesar, almacenar y reutilizar los residuos en un entorno de gravedad reducida y sin depender de regresar grandes cantidades de desechos a la Tierra.
El desafío no solo busca mejorar la gestión de residuos en el espacio, sino que también espera influir positivamente en los procesos de reciclaje terrestres. NASA pretende inspirar nuevas técnicas que mejoren la eficiencia, reduzcan la producción de materiales tóxicos y permitan la aplicación de tecnologías a menor escala en comunidades alrededor del mundo. Los equipos que participen en el concurso deberán tener en cuenta la reducción de entradas de recursos, la minimización de residuos inutilizables y la optimización del volumen y masa de los sistemas de reciclaje que propongan.
El concurso está dividido en dos vías de participación o tracks: el Track de Prototipos Físicos (Prototype Build Track) y el Track de Gemelos Digitales (Digital Twin Track). En el primero, los equipos deberán diseñar y construir hardware funcional que pueda gestionar el reciclaje en la Luna. En el segundo track, las propuestas se enfocarán en la creación de «gemelos digitales», modelos virtuales que simulen de forma precisa los sistemas de reciclaje. Estos gemelos digitales permiten predecir y optimizar el comportamiento de los sistemas sin necesidad de construir un prototipo físico de inmediato, lo que abre la puerta a soluciones más creativas e innovadoras.
La Fase 1 del desafío tiene como fecha límite para el registro y la presentación de propuestas el 31 de marzo de 2025, y en mayo de ese año se anunciarán los ganadores. En esta fase, NASA y sus colaboradores distribuirán un fondo de 1 millón de dólares en premios, con 400.000 dólares destinados al Track de Gemelos Digitales y 600.000 dólares al Track de Prototipos Físicos. Cada ganador recibirá entre 50.000 y 75.000 dólares, dependiendo del track en el que participe.
La Fase 2, que se activará en función de la viabilidad de las propuestas presentadas en la primera fase, cuenta con un fondo adicional de 2 millones de dólares. Los equipos que demuestren avances prometedores en sus soluciones podrán acceder a esta segunda fase sin necesidad de haber participado en la primera, lo que ofrece flexibilidad y oportunidades para nuevos competidores. En total, el premio asciende a 3 millones de dólares.
El LunaRecycle Challenge está abierto tanto a equipos de los Estados Unidos como a equipos internacionales, aunque existen algunas restricciones en cuanto a la participación de entidades chinas, debido a políticas específicas del gobierno estadounidense. Asimismo, los equipos pueden estar formados por individuos o por grandes grupos de trabajo, sin restricciones en cuanto al número de integrantes. Una característica destacada de este concurso es que se permite la participación en ambos tracks simultáneamente, lo que abre la posibilidad de desarrollar tanto un prototipo físico como un gemelo digital.
Para participar, los equipos deben completar un formulario de «Expresión de Interés» y registrarse oficialmente antes del 31 de marzo de 2025. Tras la inscripción, los organizadores revisarán la documentación enviada y notificarán a los equipos sobre su aceptación. Una vez aceptados, los participantes podrán acceder a los recursos de la NASA, incluidas sesiones informativas y seminarios web con expertos de la industria, que estarán disponibles desde octubre de 2024 hasta marzo de 2025.
Un aspecto clave del concurso es que la NASA no reclama derechos de propiedad intelectual sobre las soluciones presentadas. Esto significa que los equipos conservarán los derechos sobre sus invenciones y desarrollos, lo que puede ser un incentivo importante para aquellos que deseen comercializar sus ideas en el futuro.
Para la organización y ejecución del LunaRecycle Challenge, NASA ha establecido una alianza con la Universidad de Alabama (UA), una de las instituciones educativas más prestigiosas de Estados Unidos en el ámbito de la ingeniería y la tecnología. Con más de 185 años de experiencia en educación en ingeniería, la Universidad de Alabama colabora con NASA para garantizar el buen desarrollo del concurso y facilitar el acceso de los equipos a recursos académicos y técnicos.
Además, el concurso cuenta con la colaboración de AI Space Factory, una compañía de tecnología espacial especializada en la fabricación y construcción de infraestructuras en la Luna y Marte. Esta empresa ya ha ganado un concurso previo de la NASA, lo que demuestra su capacidad para desarrollar soluciones innovadoras en entornos extremos. AI Space Factory contribuye al LunaRecycle Challenge mediante el apoyo técnico y la administración del concurso.
Este concurso representa un paso clave hacia la sostenibilidad en la exploración espacial, ya que aborda uno de los mayores retos de las misiones de larga duración: la gestión de residuos. En un entorno tan inhóspito como la Luna, el reciclaje y la reutilización de recursos son vitales para reducir la dependencia de suministros terrestres y garantizar la autosuficiencia de las misiones tripuladas. Al mismo tiempo, las tecnologías desarrolladas en el marco del LunaRecycle Challenge pueden tener aplicaciones importantes en la Tierra, especialmente en la gestión de residuos urbanos y en áreas con acceso limitado a recursos de reciclaje.
NASA espera que los avances generados en este concurso sirvan para inspirar nuevas formas de abordar el reciclaje y la sostenibilidad, tanto en el espacio como en nuestro propio planeta. El concurso también ofrece a los participantes la oportunidad de colaborar con expertos de la NASA y de la industria, lo que puede abrir puertas a futuras oportunidades en el sector aeroespacial y de tecnología ambiental.
