El reporte del Centro para la Democracia Digital (CDD), titulado «Cómo la TV nos observa: vigilancia comercial en la era del streaming», denuncia que las compañías de la industria del streaming, incluyendo fabricantes de televisores inteligentes, dispositivos de streaming y proveedores de servicios, han creado un sistema de vigilancia que afecta gravemente la privacidad de los consumidores.
El informe fue enviado a varias autoridades de Estados Unidos, como la Comisión Federal de Comercio (FTC), la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), y agencias de protección de la privacidad de California, pidiendo una mayor regulación del sector.
La investigación revela que las técnicas de seguimiento empleadas en televisores conectados (CTV, por sus siglas en inglés) son un «verdadero desastre para la privacidad», según Jeffrey Chester, director del CDD. Estas técnicas recopilan datos sensibles sobre los usuarios, incluyendo información de salud, preferencias políticas y datos sobre niños y grupos raciales, todo con el fin de mejorar la efectividad de los anuncios publicitarios.
Uno de los puntos críticos del informe es cómo los anuncios personalizados están cada vez más presentes en los servicios de streaming y los dispositivos de televisión conectados, usando tecnologías avanzadas como inteligencia artificial generativa para personalizar la experiencia del espectador. Por ejemplo, Amazon Web Services y la empresa tecnológica TripleLift utilizan modelos de aprendizaje automático para insertar productos en escenas de series y películas en tiempo real, sin interrumpir la transmisión.
El reporte también menciona que esta capacidad de personalización con inteligencia artificial puede llevar a que los anuncios varíen en función de quién esté viendo el contenido, cambiando elementos como la vestimenta de los actores o detalles específicos como las ubicaciones de tiendas o promociones locales. Además, servicios como Peacock están probando anuncios que se integran de manera dinámica dentro de las escenas de los programas.
El CDD subraya que el uso de inteligencia artificial generativa en el sector del streaming plantea riesgos crecientes, como el uso de datos personales sin suficiente regulación. En especial, preocupa su uso en la publicidad de productos farmacéuticos y políticos, áreas donde el impacto puede ser más dañino. Estados Unidos es uno de los pocos países donde se permite la publicidad directa de medicamentos, y el informe denuncia que la recopilación de datos de salud para segmentar anuncios farmacéuticos, aunque se dice que es anónima, puede estar siendo utilizada para identificar a usuarios específicos.
En el ámbito político, se advierte sobre el uso de los datos recolectados por estas plataformas para campañas políticas altamente personalizadas y potencialmente manipuladoras, lo que podría contribuir a la polarización y a la difusión de desinformación.
Por otro lado, el informe destaca que las comunidades afroamericanas, hispanas y asiático-americanas en Estados Unidos son objetivos lucrativos para los anunciantes debido a su rápida adopción de servicios de medios digitales. La recopilación de datos raciales y étnicos es especialmente preocupante, ya que podría usarse para campañas políticas dirigidas a estos grupos, con potenciales impactos discriminatorios.