Una nueva generación de aplicaciones de inteligencia artificial, conocidas como «compañeros de IA», está diseñada para simular conversaciones naturales y acompañar a las personas. A diferencia de los asistentes de IA como ChatGPT, que pueden ayudar en cierta medida, los compañeros de IA tienen el propósito específico de responder de manera empática y realista cuando los usuarios comparten pensamientos o problemas. Incluso pueden realizar roles específicos, como hacer de pareja, para practicar conversaciones difíciles.
Aunque estas aplicaciones están en una etapa temprana de desarrollo y aún están ganando audiencia, surge la pregunta: ¿realmente funcionan? ¿Ofrecen el apoyo emocional que las personas necesitan para sentirse menos solas?
Investigaciones recientes sugieren que, al menos para algunos usuarios, estos compañeros de IA logran su objetivo. En colaboración con investigadores de la Universidad Bilkent y la Escuela Wharton, un estudio ha revelado que estas aplicaciones pueden reducir significativamente los niveles de soledad. La soledad, definida como la sensación de aislamiento al no alcanzar el nivel de conexión social deseado, afecta a un tercio de la población adulta mundial y se asocia con problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, además de aumentar el riesgo de problemas físicos, como en el caso de los pacientes con cáncer.
En un análisis de 50.000 reseñas de cinco aplicaciones populares de compañeros de IA, se observó que hasta un 20% de los comentarios mencionaban la soledad como motivo de uso, y que, cuanto más se mencionaba este problema, mejor valoración recibía la app. En comparación, solo el 4% de las reseñas de ChatGPT hacían referencia a la soledad, lo que demuestra la mayor eficacia de las aplicaciones especializadas en esta área.
En otro estudio con más de 1.100 participantes, se midió cómo la interacción con un compañero de IA afectaba los niveles de soledad a lo largo de una semana. Aquellos que usaron estos compañeros experimentaron una reducción significativa del 16% en su nivel de soledad, frente a los que no tuvieron ninguna interacción con la IA.
Una segunda investigación, con 600 participantes, comparó los efectos de interactuar con un compañero de IA, una persona real, ver vídeos en YouTube o no hacer nada durante 15 minutos. Tanto los que hablaron con una persona como con un compañero de IA experimentaron una disminución de la soledad de aproximadamente un 20%, mientras que las otras opciones no mostraron cambios.
El éxito de los compañeros de IA radica en su capacidad para «escuchar» a los usuarios. Un estudio adicional con 1.500 participantes mostró que aquellos que se sintieron escuchados y comprendidos por el compañero de IA experimentaron una mayor reducción de la soledad, alcanzando un 24% de disminución, comparado con solo un 6% en los que interactuaron con asistentes de IA más tradicionales.
A pesar de estos resultados positivos, persiste la duda sobre el impacto a largo plazo de los compañeros de IA en la sociedad. Algunos temen que fomenten el aislamiento social, reemplazando las interacciones humanas reales. Sin embargo, en un mundo donde la soledad está en aumento, cualquier herramienta que ayude a mitigar este problema debería ser considerada seriamente.
