Microsoft, BlackRock y empresa de EAU lanzan fondo de 100 mil millones de dólares para infraestructura de IA

Las grandes compañías tecnológicas están acelerando su inversión en la infraestructura necesaria para desplegar productos de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT, a una audiencia global. Este esfuerzo incluye la construcción de nuevos centros de datos, chips aceleradores de IA y, en algunos casos, plantas nucleares para satisfacer las crecientes demandas energéticas.

En este contexto, Microsoft, BlackRock, Global Infrastructure Partners (GIP) y MGX anunciaron la creación del Global AI Infrastructure Investment Partnership (GAIIP), una ambiciosa colaboración para financiar la infraestructura que soportará el crecimiento de la inteligencia artificial. El objetivo inicial es recaudar 30.000 millones de dólares en capital privado, con la posibilidad de alcanzar los 100.000 millones cuando se incluya financiación mediante deuda.

Dos brazos robóticos sostienen una bombilla mientras colaboran para apilar monedas de oro en columnas crecientes, simbolizando la inversión en tecnología de inteligencia artificial y el crecimiento económico impulsado por la automatización.

El GAIIP invertirá en centros de datos y en la infraestructura energética que los respalde. Según Brad Smith, presidente de Microsoft, «el gasto de capital necesario para la infraestructura de IA y la nueva energía que requiere va más allá de lo que cualquier empresa o gobierno puede financiar por sí solos».

Microsoft ha unido fuerzas con socios de gran poder financiero. BlackRock, que gestiona billones en activos a nivel mundial, y MGX, una empresa formada recientemente con el respaldo del fondo soberano de Abu Dhabi, demuestran la envergadura de la inversión. Aunque la mayor parte del capital se destinará a los Estados Unidos, también se realizarán inversiones en países socios.

Nvidia, líder en la creación de chips para IA, colaborará compartiendo su experiencia en la construcción de centros de datos especializados en inteligencia artificial. No obstante, Microsoft subraya que la iniciativa mantendrá una arquitectura abierta y un ecosistema neutral, permitiendo que diversas compañías accedan a esta infraestructura sin ataduras a proveedores específicos.

La necesidad de computación para la IA, conocida como «compute» en la industria, ha crecido exponencialmente. Entrenar modelos de lenguaje a gran escala y ejecutar inferencias requiere enormes recursos computacionales, lo que a su vez demanda más energía. Microsoft ya impulsa ChatGPT de OpenAI con sus servidores de Azure y ha estado modernizando sus centros de datos para satisfacer el incremento en la demanda.

Larry Fink, CEO de BlackRock, destacó el impacto económico de esta inversión: «Los centros de datos son la base de la economía digital, y estas inversiones impulsarán el crecimiento económico, la creación de empleo y la innovación tecnológica en IA».

Aunque la principal preocupación del GAIIP es la infraestructura, las implicaciones a largo plazo podrían ser transformadoras. Una infraestructura más robusta podría acelerar el desarrollo de la próxima generación de modelos de IA, como el esperado «GPT-5», y optimizar los modelos actuales, como el reciente OpenAI o1. Además, podría abrir la puerta a nuevas aplicaciones basadas en redes neuronales en múltiples industrias.

No obstante, esta inversión masiva también ha suscitado críticas por su posible impacto ambiental. Entrenar modelos de IA a gran escala consume enormes cantidades de energía, y algunos se cuestionan si el costo ecológico justifica los beneficios. Aunque algunos centros de datos ya operan con energía 100 % renovable, la mayoría no lo hace. En este sentido, Microsoft busca que la energía nuclear sea parte de la solución a corto plazo para cubrir la demanda energética.

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