Sensor económico para mejorar el control de calidad de productos alimenticios

Un equipo de investigadores ha desarrollado un innovador sensor de resonancia paramagnética electrónica (EPR) que se integra en un pequeño chip, permitiendo detectar radicales libres en productos alimenticios, incluso en concentraciones muy bajas.

Este sensor portátil y económico, llamado EPR en un chip (EPRoC), ha sido creado por científicos del Centro Helmholtz de Berlín (HZB) y la Universidad de Stuttgart. Su primera aplicación se centrará en la producción de aceite de oliva y cerveza, para asegurar la calidad de estos productos. Según el físico Michele Segantini, quien lidera el proyecto en HZB, están desarrollando dispositivos EPR pequeños y asequibles que combinan microchips y imanes permanentes, adaptados a las necesidades de los clientes.

Una persona sosteniendo un pequeño sensor electrónico de resonancia paramagnética electrónica (EPR) en sus manos. El sensor consta de un microchip verde con conectores dorados insertado en un soporte metálico con signos de polaridad (+ y -). El dispositivo es compacto y portátil, diseñado para detectar radicales libres en alimentos.

Los radicales libres son moléculas altamente reactivas que se generan cuando los alimentos empiezan a deteriorarse. En la industria alimentaria, su detección es esencial para garantizar la calidad y frescura de los productos. Hasta ahora, este proceso implicaba métodos químicos complejos o el uso de dispositivos EPR tradicionales, los cuales son costosos y difíciles de operar por requerir electromagnetos que no permiten el funcionamiento con baterías.

El nuevo sensor EPRoC promete revolucionar este proceso, al ser mucho más sensible, rápido y sin generar desechos tóxicos, como ocurre con los métodos químicos actuales. Además, su diseño portátil y económico lo hace accesible para una amplia gama de productores.

Segantini explicó que, al ser más eficiente, el sensor permite analizar muestras repetidamente durante el proceso de producción, proporcionando datos útiles para optimizar procesos y prolongar la vida útil de los productos. Hasta la fecha, ha contactado con productores de aceite de oliva y cervecerías como clientes piloto, quienes han mostrado interés en la tecnología.

Los investigadores ya están trabajando en la creación de una empresa derivada para comercializar este dispositivo, respaldados por el programa de transferencia de investigación EXIST del Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima de Alemania. Este avance tecnológico, que obtuvo el Premio de Transferencia Tecnológica del HZB en 2019, también ha sido financiado por el Ministerio Federal de Educación e Investigación de Alemania (BMBF).

En un futuro cercano, el equipo espera expandir las aplicaciones del EPRoC a otros campos, como el diagnóstico médico, el desarrollo de fármacos, la tecnología de semiconductores y la monitorización de baterías.

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