Investigadores de la Universidad de Lund, en Suecia, han desarrollado un innovador estimulador cardíaco inyectable que se autoensambla en el cuerpo y puede corregir arritmias cardíacas en situaciones de emergencia, utilizando una fuente de energía externa. Este avance podría revolucionar el tratamiento de problemas cardíacos en condiciones donde los recursos médicos son limitados, como en zonas de conflicto o durante actividades al aire libre.
El dispositivo funciona mediante la inyección de una solución de nanopartículas alrededor del corazón, diseñada para solucionar las arritmias, un trastorno que provoca ritmos cardíacos irregulares. Según el estudio publicado en la revista Nature, las pruebas realizadas en animales han demostrado que, tras el tratamiento, el electrodo inyectado desaparece de manera espontánea, evitando la necesidad de una extracción quirúrgica.
El electrodo inyectable permite medir electrocardiogramas, regula el latido del corazón en tiempo real y corrige la arritmia. Su funcionalidad conductora se mantiene durante cinco días consecutivos, y no se ha observado toxicidad en ningún nivel, ya sea a nivel celular, orgánico o en el organismo completo.
Según Roger Olsson, profesor de Biología Química y Terapéutica en la Universidad de Lund, y profesor de Química Medicinal en la Universidad de Gotemburgo, el estimulador está diseñado para ser utilizado en emergencias y consiste en una jeringa cargada con una solución de nanopartículas. Estas partículas, de un tamaño extremadamente pequeño, se inyectan con una aguja más delgada que un cabello humano.
Al entrar en contacto con el tejido, la solución forma una estructura alrededor del corazón compuesta por una cadena larga de moléculas, conocida como polímero, que conduce electricidad. Este electrodo se integra con las células del cuerpo, facilitando la medición de ECG, regulando los latidos del corazón y corrigiendo las arritmias.
Umut Aydemir, estudiante de doctorado y primer autor del estudio, explicó que si se conecta un teléfono móvil al sitio de la inyección cerca del corazón, se puede estimular temporalmente el ritmo cardíaco hasta por cinco días. El dispositivo opera con entradas de baja potencia, que pueden provenir de dispositivos portátiles, como teléfonos móviles, a través de un cable.
Las arritmias, que pueden tratarse con medicación, se producen cuando hay alteraciones en las señales eléctricas del corazón, lo que provoca que este lata demasiado rápido, lento o de manera irregular. Aunque es posible corregir el ritmo cardíaco mediante señales eléctricas usando un desfibrilador o un marcapasos implantado quirúrgicamente, estos métodos pueden ser difíciles de implementar en ciertos entornos.
El estimulador ha sido probado en animales pequeños, como peces cebra y embriones de pollo, y los resultados han sido prometedores. El siguiente paso es realizar estudios en animales más grandes, como cerdos, con miras a su eventual uso en humanos. Según Martin Hjort, investigador asociado en Biología Química y Terapéutica en la Universidad de Lund, el método es mínimamente invasivo y el estimulador se degrada y es excretado del cuerpo de manera natural después del tratamiento, eliminando la necesidad de extracción quirúrgica.