El número de personas que viajan al espacio está en aumento, pero la Estación Espacial Internacional (ISS) solo puede albergar a 11 personas simultáneamente. Ante esta limitación, el Instituto Aurelia, un laboratorio sin ánimo de lucro especializado en arquitectura espacial con sede en Cambridge, Massachusetts, propone una innovadora solución: un hábitat que se puede lanzar en pilas compactas de baldosas planas y que se autoensambla en órbita.
Construir grandes hábitats espaciales siempre ha sido complicado debido a las limitaciones de espacio en los cohetes. Para estructuras como la ISS, es necesario realizar múltiples lanzamientos, lo que incrementa considerablemente los costes. Además, la construcción en el espacio es peligrosa, ya que requiere la intervención directa de humanos que deben llevar trajes extravehiculares, exponiéndolos a riesgos significativos.
El Instituto Aurelia ha desarrollado un prototipo llamado TESSERAE (Estructuras Espaciales Electromagnéticas Teseladas para la Exploración de Entornos Reconfigurables y Adaptativos). Este hábitat está diseñado para ser compacto durante el lanzamiento, pero capaz de expandirse y ensamblarse por sí mismo en el espacio. Cada baldosa tiene aproximadamente dos metros de alto y ancho, y se espera que estas se unan de manera autónoma utilizando imanes en sus bordes y sensores que aseguran la correcta configuración. Si las baldosas no se ensamblan correctamente, una corriente eléctrica hace que los imanes se separen y vuelvan a intentar la unión.
Hasta ahora, el equipo ha logrado ensamblar con éxito baldosas de menor tamaño en experimentos realizados en la ISS, pero aún falta probar un modelo a gran escala en el espacio. La construcción de un hábitat de tamaño completo requerirá probablemente una asociación con organizaciones como la NASA o Axiom Space, lo que podría llevar a que la estructura esté lista para ser habitada por humanos en la década de 2030.
En el panorama actual, varias organizaciones están desarrollando sus propias estaciones espaciales. Axiom Space planea lanzar el primer módulo de su estación orbital en 2026, mientras que Blue Origin y Sierra Space trabajan en Orbital Reef, una estación espacial que podría albergar hasta 10 personas. Sin embargo, estas estructuras dependerán de la construcción manual en el espacio, lo que implicará varios lanzamientos.
Además de las baldosas autoensamblables, otra solución compacta para el espacio es el uso de hábitats inflables. La NASA ya ha experimentado con esto a través de BEAM, un módulo inflable conectado a la ISS desde 2016. Sierra Space también planea crear hábitats inflables de gran tamaño, aunque todavía no han sido probados en el espacio.
El Instituto Aurelia considera que TESSERAE y los hábitats inflables pueden complementarse. Mientras que el TESSERAE ofrece una mejor protección contra los escombros espaciales debido a su cubierta rígida, los inflables proporcionan un espacio habitable más amplio. Además, el sistema de baldosas permite una reparación más sencilla, ya que las baldosas dañadas pueden reemplazarse, algo más complicado en un hábitat inflable.
Aunque el diseño y la implementación de TESSERAE presentan desafíos, como asegurar que las estructuras sean herméticas y adecuadas para humanos, el equipo de Aurelia sigue avanzando en su desarrollo. Recientemente, la NASA aprobó el envío de más baldosas pequeñas a la ISS para continuar con las pruebas, con el objetivo de construir una estructura esférica en miniatura en el espacio.