Un equipo de investigadores en China ha desarrollado un perro robótico destinado a ayudar a las personas con discapacidad visual en su navegación diaria. Este innovador robot de seis patas, creado por la Escuela de Ingeniería Mecánica de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, utiliza cámaras y sensores para funcionar y detectar señales de tráfico.
El robot destaca por su alta precisión en el reconocimiento de voz, con una tasa de acierto superior al 90% y un tiempo de respuesta menor a un segundo. Esto le permite reaccionar y comprender rápidamente las instrucciones verbales de las personas con discapacidad visual. Además, el robot puede dar órdenes vocales y proporcionar retroalimentación en tiempo real sobre su entorno y su forma de andar.
En China, existen poco más de 400 perros guía para casi 20 millones de personas ciegas. La posesión de mascotas y animales de servicio es un concepto relativamente nuevo en el país, lo que significa que muchos lugares públicos no son aún receptivos a estos ayudantes tradicionales. A diferencia de los perros guía, cuya producción está limitada por la cría natural y el intenso entrenamiento necesario, los perros guía robóticos pueden fabricarse a gran escala, especialmente en un importante centro de manufactura como China.
El profesor Gao Feng, líder del equipo de investigación, compara la producción de estos robots con la de los coches, indicando que esto permitirá que sean más asequibles y accesibles para millones de personas en el mundo que necesitan perros guía.
Los perros guía reales tienen un coste elevado, alrededor de $50,000, y requieren entre dos y tres años de entrenamiento. Además, solo aproximadamente la mitad de los perros entrenados llegan a servir a personas con discapacidad visual. Los perros guía robóticos podrían reducir significativamente los costos, mejorar la eficiencia y aumentar la accesibilidad.
El perro robótico es del tamaño de un bulldog inglés pero ligeramente más ancho, con seis patas que aumentan su estabilidad y permiten movimientos más suaves. Puede alcanzar una velocidad máxima de 3 metros por segundo, adaptándose tanto a caminar despacio como a correr, y su diseño único garantiza un movimiento estable y de bajo ruido.
Actualmente, el robot está en fase de prueba en campo, siendo evaluado mediante demostraciones y pruebas funcionales con participantes con discapacidad visual. El equipo de desarrollo planea mejorar y refinar el robot basándose en la retroalimentación de estos usuarios.
La implementación del robot guía va más allá del propio dispositivo, requiriendo soporte de big data, un equipo robusto de operaciones y mantenimiento, y pruebas promocionales completas. En un proyecto similar, ingenieros del Departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad de Binghamton en Nueva York han estado desarrollando un perro guía robótico para mejorar la accesibilidad. Estos robots utilizan una interfaz de tirón de correa y pueden navegar en entornos interiores, guiar a personas, evitar obstáculos y detectar tirones después de unas 10 horas de entrenamiento.