Este viernes, cerca de Berlín, se registraron enfrentamientos entre la policía alemana y un grupo de manifestantes que intentaron ingresar al complejo fabril de Tesla. Este incidente tuvo lugar en el contexto de una manifestación que duró cinco días, en la que se cuestionaban los planes de expansión de la empresa en la región.
Según vídeos difundidos en redes sociales, se pudo ver a multitudes vestidas de negro corriendo hacia las instalaciones de Tesla. Medios alemanes informaron sobre heridos tanto en las filas de la policía como entre los manifestantes, y se menciona también un número indeterminado de detenciones.
El CEO de Tesla, Elon Musk, intervino en la plataforma X para comentar el evento, negando que los manifestantes hayan logrado ingresar a la propiedad de Tesla y cuestionando por qué no se les procesaba por allanamiento. Asimismo, la policía local confirmó que los protestantes no alcanzaron la gigafábrica, sino que llegaron solo hasta un campo frente al sitio.
Lucia Mende, portavoz del grupo Disrupt Tesla, declaró a WIRED que ochocientas personas participaron en la protesta, contradiciendo las afirmaciones de Musk y la policía al afirmar que los activistas sí llegaron a la propiedad de Tesla. Posteriormente, los activistas se dirigieron hacia un aeródromo en desuso, donde supuestamente Tesla almacena miles de autos sin vender.
Los manifestantes argumentan que las tácticas de allanamiento o ocupación de sitios industriales son comúnmente empleadas por los sectores más radicales del movimiento climático en Europa. En este sentido, la fábrica alemana de Tesla, que produce automóviles eléctricos y baterías, ha sido objetivo frecuente de protestas por parte de activistas climáticos que cuestionan la autenticidad de las credenciales ecológicas de la empresa.
A esto se suma la oposición local a los planes de expansión de Tesla, que incluyen extender sus instalaciones hacia el bosque cercano para aumentar la producción hasta un millón de autos al año. Una encuesta no vinculante reveló que más del 60% de los residentes locales están en contra de estos planes de expansión. Desde entonces, los manifestantes han establecido un campamento en el bosque, muy cerca de la valla perimetral de la fábrica.