Un equipo de científicos de Scripps Research ha logrado un avance significativo en el campo de la inmunoterapia al mejorar la eficacia de los tratamientos contra tumores sólidos, como el melanoma y los cánceres de mama y próstata. Publicado el 1 de mayo de 2024 en la revista Nature Biomedical Engineering, el estudio revela cómo la eliminación de una capa de moléculas de azúcar que protegen a estos tumores puede permitir a las células T atacar más eficazmente las células tumorales.
A diferencia de los tumores sanguíneos, los tumores sólidos crean una barrera física que impide la entrada de las células inmunitarias. Esta barrera está compuesta en parte por moléculas de ácido siálico. Para superar este obstáculo, el equipo liderado por el Dr. Peng Wu, profesor del Departamento de Medicina Molecular en Scripps Research, desarrolló una estrategia innovadora: fusionar la enzima sialidasa a moléculas llamadas enganchadores bispecíficos de células T (BiTE), que activan las células T del paciente contra el cáncer.
La fusión de sialidasa a diferentes moléculas BiTE mostró una mejora significativa en la capacidad de las células T para matar células tumorales en pruebas de laboratorio. En colaboración con la Universidad de Rutgers, se utilizó microscopía fluorescente para observar que estas «moléculas de fusión» aumentaban la superficie de contacto entre las células T y las tumorales, facilitando una eliminación más eficaz del tumor.
Los experimentos en modelos de ratón demostraron que el tratamiento con la molécula de fusión resultaba en un crecimiento tumoral más lento, tumores más pequeños y una mayor supervivencia en comparación con los tratados con moléculas BiTE regulares. En algunos casos, el tratamiento erradicó completamente los tumores.
Los investigadores observaron un cambio en el microambiente alrededor del tumor, con una mayor infiltración de células T y células asesinas naturales, y una reducción de células inmunosupresoras. Estos resultados sugieren que la molécula de fusión podría convertir un entorno tumoral inmunosupresor en uno más permisivo para la inmunidad.
Aunque se necesita más trabajo para adaptar estas moléculas para su uso en humanos, el equipo espera que su tecnología pueda eventualmente beneficiar a los pacientes con cáncer. Además, aspiran a inspirar a más investigadores a considerar los patrones de azúcares en las células tumorales al diseñar terapias.
Este estudio no solo promete mejorar las terapias contra tumores sólidos, sino que también abre nuevas vías en la investigación del cáncer, destacando la importancia de los azúcares superficiales en el diseño de estrategias terapéuticas.