El Ejército de EE.UU. ha desplegado oficialmente sistemas de armas láser de alta energía en el extranjero para contrarrestar drones enemigos. Este despliegue marca la primera vez que se confirma públicamente que armas láser operativas se utilizan fuera de las pruebas experimentales para la defensa aérea.
El sistema en cuestión, el Láser de Alta Energía Paletizado (P-HEL) de 20 kilovatios, ha sido desplegado en una ubicación no revelada para apoyar las misiones del Ejército. Según un portavoz de la Oficina de Capacidades Rápidas y Tecnologías Críticas, el P-HEL, basado en el sistema de armas láser LOCUST de BlueHalo, comenzó su empleo operativo en noviembre de 2022. Un segundo sistema fue desplegado a principios de este año.Aunque el Ejército no ha confirmado si el P-HEL ha logrado derribar un dron enemigo, ha demostrado su compromiso con la integración de tecnologías avanzadas como la energía dirigida. Los láseres funcionan convirtiendo energía eléctrica en un flujo intenso de fotones, que puede penetrar materiales diversos como el cuerpo de fibra de carbono de un dron o el casco de una pequeña embarcación.Un vídeo proporcionado por BlueHalo ilustra cómo un operador, utilizando un controlador de Xbox, dirige el láser montado en un palé para rastrear y destruir un dron cuadricóptero y una roqueta, ambos de los cuales son incinerados en el aire.El sistema P-HEL representa una solución costo-efectiva para la defensa aérea, especialmente en comparación con munición convencional más costosa. Por ejemplo, cada disparo del láser cuesta entre 1 y 10 dólares, mucho menos que los misiles convencionales empleados actualmente.Este despliegue no solo refuerza la capacidad de defensa del Ejército, sino que también destaca un enfoque proactivo hacia amenazas emergentes, como los drones armados, que han sido identificados como una de las mayores amenazas para las tropas estadounidenses en el Medio Oriente.Mientras tanto, el Pentágono continúa explorando otras tecnologías de energía dirigida, como los microondas de alta potencia, que pueden desactivar múltiples objetivos simultáneamente, proporcionando una defensa en capas esencial para contrarrestar amenazas complejas como los enjambres de drones.