La decisión de Google de restringir los debates sobre política entre sus empleados se produce en un contexto en el que las compañías de tecnología han estado cada vez más involucradas en causas sociales y políticas. Algunos argumentan que esta medida busca mantener la neutralidad de la empresa, mientras que otros la ven como un intento de sofocar la libertad de expresión de sus empleados.
En un reciente giro de eventos en Google, Sundar Pichai, el CEO de la compañía, ha instado a sus empleados a evitar discusiones sobre temas controvertidos y políticos en el lugar de trabajo. Esta declaración llega justo después de que Google despidiera a 28 trabajadores que habían protestado contra el contrato de servicios de computación en la nube y de inteligencia artificial de la empresa con Israel.
En una publicación en el blog de la empresa titulada “Construyendo para nuestro futuro en IA”, Pichai no mencionó específicamente las protestas ni el conflicto en Gaza. Sin embargo, en una sección final del memorando subtitulada “La Misión Primero”, el CEO destacó que Alphabet, la empresa matriz de Google, es un negocio y no un espacio para comportamientos que interrumpan a los compañeros de trabajo o que utilicen la empresa como plataforma personal.
El mismo día, Chris Rackow, jefe de seguridad de Google, envió un memorando interno señalando que los empleados que protestaron contra el contrato de la compañía con el gobierno y el ejército israelí habían ocupado espacios de oficina, dañado propiedad de la empresa e impedido físicamente el trabajo de otros empleados de Google. Estas acciones son parte de una serie de protestas organizadas por el grupo «No Tech for Apartheid», que insta a Alphabet a retirarse del Proyecto Nimbus, un contrato gubernamental israelí de 1,200 millones de dólares que comparte con Amazon para proporcionar tecnología de computación en la nube.
Las protestas, denominadas «No Tech for Genocide», reflejan una profunda preocupación entre algunos empleados de Google, quienes expresan no querer que su trabajo contribuya a lo que consideran acciones genocidas contra los palestinos en Gaza.