La unidad de almacenamiento de energía desarrollada por CATL y Tener ha superado todas las expectativas al no presentar degradación alguna durante 5 años de funcionamiento continuo. Este hito es crucial en la industria de las energías renovables, ya que la degradación de las baterías solía ser un problema común que reducía su vida útil.
El pasado 9 de abril, en Beijing, China, CATL dio a conocer TENER, el primer sistema de almacenamiento de energía del mundo producible en masa que promete cero degradación durante los primeros cinco años de uso. Esta tecnología no solo marca un hito en la vida útil de las baterías, sino que también establece un nuevo estándar en la adopción de tecnologías de almacenamiento de energía a gran escala y en el avance de alta calidad del sector.
TENER ofrece una capacidad impresionante de 6.25 MWh en un contenedor TEU, lo cual representa un aumento del 30% en la densidad de energía por unidad de área y una reducción del 20% en la huella total de la estación. Estas mejoras en la densidad y eficiencia energética son posibles gracias a un diseño innovador que optimiza el espacio disponible.
El sistema utiliza tecnología de células avanzada de CATL que soporta un rendimiento excepcional. Las células de TENER, diseñadas específicamente para aplicaciones de almacenamiento energético, logran una densidad energética de 430 Wh/L, un logro notable para las baterías LFP utilizadas en este tipo de aplicaciones.
Uno de los avances más significativos de TENER es su capacidad para prevenir la degradación tanto de la capacidad como de la potencia durante los primeros cinco años de uso. Esto se logra mediante la implementación de tecnologías biomiméticas SEI (interfaz electrolito sólido) y electrolitos autoensamblados, que facilitan el movimiento de iones de litio y aseguran cero degradación, manteniendo el consumo de energía auxiliar constante a lo largo de todo el ciclo de vida del sistema.
En términos de seguridad, CATL ha desarrollado un sistema de gestión de calidad integral que abarca desde el desarrollo tecnológico hasta el análisis de fallos de seguridad, incluyendo pruebas de validación y monitoreo de operaciones mediante inteligencia artificial. Esto permite a CATL simular pruebas de seguridad en diversos escenarios de la red eléctrica y optimizar continuamente sus tecnologías de seguridad.