Uno de los principales avances tecnológicos que está impulsando el futuro de la energía mareomotriz es el desarrollo de nuevas turbinas y generadores más eficientes. Estos equipos permiten aprovechar de manera más efectiva la energía cinética de las mareas, convirtiendo las corrientes en electricidad de forma más rentable. Además, la mejora en los sistemas de almacenamiento de energía está permitiendo una mayor integración de la energía mareomotriz en la red eléctrica, garantizando un suministro constante y fiable de energía renovable.
La energía mareomotriz, generada por las corrientes naturales de las mareas oceánicas, se perfila como una fuente de energía renovable con un potencial considerable aún por explorar. Aunque su aprovechamiento data del siglo XX, su desarrollo se encuentra en una fase incipiente, con sólo una fracción del potencial global siendo utilizado para generar electricidad limpia. Este tipo de energía se produce principalmente a través de corrientes de marea, presas y lagunas mareales, utilizando turbinas en corrientes de marea rápida para un flujo eléctrico confiable y predecible.
A pesar de la capacidad de producir grandes cantidades de energía limpia, la adopción de la energía mareomotriz enfrenta desafíos significativos. En países como Estados Unidos, la falta de interés se atribuye a preocupaciones legales sobre los derechos del lecho marino y el potencial impacto ambiental. Sin embargo, la innovación tecnológica podría incrementar la viabilidad y atractivo de esta fuente energética, atrayendo mayores inversiones y superando barreras ambientales y operativas.
Uno de los principales obstáculos para el despliegue masivo de la energía mareomotriz radica en su impacto ambiental. Las grandes maquinarias necesarias para aprovechar la fuerza de las mareas pueden alterar los ecosistemas marinos, afectando la flora y fauna local. Sin embargo, la innovación continua en el diseño y operación de estas instalaciones tiene el potencial de minimizar estos efectos negativos, promoviendo una transición energética verde y sustentable.
Recientemente, el Departamento de Energía de EE. UU. anunció inversiones de $6 millones en proyectos de energía marina, destacando un creciente interés en explorar esta fuente renovable. Proyectos piloto en Washington y Alaska buscan demostrar la viabilidad comercial de la energía mareomotriz, señalando un camino hacia la diversificación y descentralización de la producción energética.
En el ámbito internacional, países con costas propicias, como China, Francia, Inglaterra, Canadá y Rusia, presentan un potencial significativo para el desarrollo de proyectos mareomotrices. Un estudio de la Universidad LUT de Finlandia sugiere que el Reino Unido podría desarrollar hasta 27 GW de capacidad de energía de olas y mareas para 2050, contribuyendo de manera crucial a un sistema energético limpio y sostenible.
La reducción de costos asociados a la producción de energía mareomotriz, gracias a avances tecnológicos desde 2018, augura un futuro prometedor para esta fuente renovable. La inclusión de proyectos mareomotrices en subastas de energía limpia en el Reino Unido, y la expectativa de un aumento significativo en la capacidad instalada, reflejan una tendencia hacia la integración de esta energía en el mix energético global.
La energía mareomotriz representa una oportunidad invaluable para avanzar hacia una transición energética verde, enfrentando desafíos tecnológicos y ambientales con innovación y compromiso. Su desarrollo e integración en la producción de energía limpia y renovable es crucial para satisfacer las crecientes demandas energéticas de manera sostenible, marcando el camino hacia un futuro energético más diverso y resiliente.